Ulises Fonseca
Hacer un torito de petate implica muchas cosas, que van desde inversión financiera hasta el esfuerzo conjunto de varias manos, cuya creatividad y diligencia hacen posible la construcción de los toritos, los cuales adquieren vida en el acto escénico de los bailes, como los que ocurrirán este sábado 22 en el centro histórico, para de ahí continuar sus presentaciones en las colonias morelianas durante los días domingo, lunes y martes.
Lo anterior fue dicho por Cardiela Amezcua Luna, secretaria de cultura de Morelia, quien explicó que “el Festival de Toritos de este año caerá el 22 de febrero (el sábado, día en que se hará recorrido por el centro) y a partir de ahí saldrán todos los días para hacer recorridos, que culminarán el martes de carnaval; este año se inscribieron 69 toritos, de los cuales 5 no desfilarán y solo harán recorrido; en las fichas de registro que hubo a partir de reuniones con las cofradías cada uno puso en que colonia haría su recorrido, los horarios y las calles que transitarán”.
Ahora, respecto al evento inicial, cabe decir que será un recorrido que comenzará a las 11 de la mañana del sábado en Las Tarascas, para de ahí caminar hasta Abasolo, caminata que tendrá su punto principal -por así decirlo- frente a la catedral: “ahí estará una banda y se detendrán un poco a bailar; ahora, es importante mencionar que hay varios toritos infantiles y muchos son completamente familiares, donde bailan desde el abuelito hasta el nieto o bisnieto”.
En total serán cuarenta las colonias presentes, pues de acuerdo a lodicho por la funcionaria, demarcaciones como la Ventura Puente o la Obrera tienen varias cofr adías. Por otra parte, Amezcua Luna confirmó que de acuerdo al decálogo de comportamiento de este año, no se permitirá el uso de armas punzocortantes, machetes, palos ni de bebidas alcohólicas.
Torito, elemento de cultura comunitaria
“Puedo poner como ejemplo al torito 'El relingo', que tiene 55 años pues se trata de una costumbre comenzada por el abuelo, continuada por los tíos y conservada por los nietos y bisnietos; se trata de una tradición que viene de tiempo inmemorial que integra de forma sincretica tanto lo indígena como lo español, lo moro y también lo africano”, comentó Amezcua Luna.
Por lo anterior, Amezcua Luna afirmó que esto es “una amalgama que hace que en los barrios se sienta y viva una tradición; ahora, si bien ellos salen en esta temporada durante todo el año están ideando el como será su torito, los elementos que tendrá y la forma en que lo construirán, cada torito llega a tener un peso de más de cincuenta kilos y la construcción puede llevar meses”.
Entonces, dijo que la construcción implica “un proceso de recuperación, de convivencia familiar y desarrollo cultural comunitario desde la raíz, que es la familia”.