Redacción
El proyecto de intervención cultural “Un Grito de Libertad” celebró sus primeros 15 años de existencia con una función especial del espectáculo “Yo soy y existo”, que se presentó en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente de la ciudad de México.
Más
de 100 artistas, entre actores, bailarines, cantantes y músicos, personas que
se encuentran privadas de su libertad en el Reclusorio Oriente y también en el
CERESO Femenil Santa Martha Acatitla, e incluso algunas personas ya liberadas,
inundaron de talento, energía y pasión el auditorio de ese penal.
Estos
internos descubrieron en prisión el poder liberador del teatro: Nancy, Gustavo,
Mario, Guadalupe, entre muchos otros, sueñan con vivir en libertad, ver el
amanecer, estar con su familia, quieren una segunda oportunidad, aunque gracias
al teatro ya han alcanzado su libertad.
Bajo
la dirección de Arturo Morell, “Yo soy y existo” es un espectáculo liberador
que busca abrir corazones para cambiar la realidad, dando una nueva experiencia
de vida y un mensaje de prevención del delito.
A manera de musical, las personas que viven privadas de su libertad hacen un derroche de talento y creatividad tanto en números musicales grupales con música en vivo, como con canciones interpretadas en solitario, poesía, rap, chistes jocosos, monólogos, acrobacias y hasta con danza prehispánica y capoeira.
Arturo
Morell recordó que “Un Grito de Libertad” es un proyecto de inclusión cultural
que nació en 2004 y que a la fecha, ha trabajado con más de cuatro mil personas
privadas de su libertad, hombres y mujeres en 10 Centros de Reinserción Social.
Desde
hace cuatro años, “Un Grito de Libertad” realiza todos los lunes un Taller de
Teatro, Reflexión y Meditación en el Reclusorio Oriente y “Yo soy y existo” es
el quinto montaje de esa compañía cuyo repertorio incluye Don Quijote y
#SoyTambiénJosé, versión libre del musical José El Soñador.
A
través de interpretaciones colectivas de temas como Yo te nombro Libertad, Sin
amor, sin amor, Tiempos mejores, Himno a la alegría, Alquimia, Transmutación,
Gracias a la vida y Bella Ciao, estos artistas demuestran que la energía y el
talento pueden traspasar los muros y que se puede ser libre a través del arte, aun
estando en prisión.
Los
asistentes, entre los que se encontraban funcionarios del área de cultura y
otras personas privadas de su libertad, pudieron conocer y realizar las
técnicas de vocalización, relajación y liberación que se usan en reclusión para
aprender y disfrutar del teatro.
Gracias a esta disciplina, los internos han podido transformar el odio, rencor y enojo en amor, compartir su historia con la frente en alto y sin victimizarse, pues aunque se encuentran en reclusión, no perdieron su libertad de soñar.
Con
una ovación de pie, el público celebró esta función de aniversario, donde
Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura Federal, les recordó que ya tienen en
su mano el poder de la cultura y que ya conocieron su poder transformador. Agregó
que la Secretaría a su cargo está
trabajando en aquellos lugares donde la cultura no llega, y se comprometió a
seguir apoyando este proyecto.
Con
lágrimas en los ojos, muchos de quienes forman parte del elenco de Yo soy y
existo recibieron este anuncio, mientras la funcionaria les agradecía por su
poesía, su voz y su expresión corporal en un sistema que reconoce que todos
somos seres humanos, independientemente del lugar donde nos encontremos.
La
cultura, dijo, es un derecho humano y “ustedes ya ejercen ese derecho aquí, en
un lugar donde parecería imposible”, por lo que deseó larga vida a este
proyecto de inclusión que les ofrece un camino liberador.
Finalmente,
Sergio Mayer, Diputado Presidente de la Comisión de Cultura, advirtió que el
elenco de “Un Grito de Libertad” le volvió a tocar el corazón, pues aunque
perdieron su libertad no perdieron su pensamiento y expresión.
“Yo
soy y existo” ofrecerá una función más el próximo lunes 28 de mayo en el
Reclusorio Oriente, a la que podrán asistir los familiares y amigos de quienes
participan en el montaje y se encuentran privados de su libertad.