Tlaxcala, Tlaxcala, a 9 de septiembre de 2021.- Gato Bocarriba es una de las compañías de títeres registradas en el estado de Tlaxcala, fue fundada en 2012 con el ánimo de llevar momentos de diversión y reflexión a través de historias y marionetas elaboradas por un grupo multidisciplinario de seis amigos, quienes aportan sus conocimientos para construir la magia.
La compañía la dirige Irving Sánchez, nacido en Tepetitla de Lardizábal, Tlaxcala, comunicólogo y diseñador gráfico egresado de la Universidad Cuauhtémoc, en Puebla. Desde hace nueve años se dedica a la construcción de escenografía, títeres y efectúa montajes junto con Cristopher Jiménez Padilla, Mau Uribe, Emanuel Paredes, Raquel Sánchez y Daniel Ramírez.Luego de participar en festivales y ferias nacionales, Gato Bocarriba obtuvo en 2015 el apoyo del Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC), en el apartado de Artes Populares, para desarrollar el proyecto “Rescate de la técnica tradicional de construcción de marionetas Rosete Aranda”, en donde proponían elaborar escenas mexicanas con marionetas.
“De este proyecto se derivó la investigación sobre los materiales que utilizaban los hermanos Rosete Aranda, los tamaños, la calidad y el acabado, cómo hacían las articulaciones y la forma en la que ellos construían sus marionetas. Fue un proyecto con el que aprendimos mucho sobre materiales y técnicas que a la fecha ocupamos para enriquecer nuestros espectáculos”.
Un año después, fueron beneficiados por el proyecto Rescate de la tradicional carpa de títeres, “uno de nuestros grandes proyectos, porque gracias a esta iniciativa y el apoyo brindado pudimos regresar al pasado en donde las compañías titiriteras llevaban espectáculos de pueblo en pueblo y de feria en feria. Así fue hasta antes de la contingencia sanitaria por la COVID-19, que detuvo nuestros recorridos por escuelas y comunidades”, señala Irving Sánchez.
Comenta que carpas ambulantes de este tipo existen en Aguascalientes, con los Hermanos Flores; en Morelos, con los Hermanos Herrera; en Oaxaca, con los hermanos Morales, y en Tlaxcala con la carpa “Madera”, de Gato Bocarriba, “cuya misión es llevar espectáculos a los rincones más apartados de la entidad”.
El también creador
plástico explica que la carpa, de estilo circo, mide aproximadamente 10
metros de diámetro y tiene cupo estimado de 60 personas, “la idea es
seguir creando la
atmósfera como anteriormente se hacía, con un ambiente en el que se
colocan banderolas de colores, espectáculos de lanzafuego y zanqueros
que invitan a la gente a que se una al espectáculo”.
“Para dedicarse a este arte hay que enamorarse y después dedicarle tiempo, estudiar y consultar a los expertos”, comenta Irving, el joven director cuya compañía se abre camino entre las agrupaciones titiriteras. “Me quería dedicar a las artes plásticas, fotografía y pintura, pero en cuanto empecé a conocer el arte de los títeres, a manipularlos y construirlos, comenzó la magia. Nunca me imaginé dedicarme a ellos en cuerpo y alma, y ahora vivo de ellos; es fascinante lo que provocan en uno como manipulador y en la gente que los ve”.
Agrega que la
contingencia sanitaria llevó a Gato Bocarriba a replantearse cómo seguir
vigentes, por lo que han pensado en aprovechar los recursos
audiovisuales “los títeres funcionan
muy bien para internet o para la televisión, ahí tenemos programas como
Plaza Sésamo,
31 minutos o Los Muppets. Debemos aprovechar la producción
audiovisual en beneficio de los títeres, por ahí va nuestro
planteamiento y nuestro próximo paso”.
Cuenta Irving que
el Festival ha sido un escaparate muy importante a nivel local, nacional
e internacional, porque el que lleguen a Tlaxcala compañías de otros
estados y diversos
países a compartir técnicas diversas y sus conocimientos culturales
“nos ha servido mucho porque hemos podido aprender viendo las técnicas,
los títeres y por supuesto las historias”.
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Gato Bocarriba Teatro de arte dramático