Eduwiges
Franco y Ulises Fonseca
“Espacios en
blanco”
es un proyecto que busca hacer efectivo el derecho a la cultura de las personas
sin importar su condición y por ello, consiste en desarrollar la danza con reclusas del CERESO David Franco Rodríguez.
La
emprendedora de este proyecto es la coreógrafa
Isabel Nares y ella explicó que “Espacios en blanco” consiste en dar un
taller de danza contemporánea y un laboratorio de creación, con los cuales,
dijo “se trabajará durante diez meses, cuatro horas a la semana, para
posteriormente hacer un montaje con ellas; el
trabajo es con mujeres de todas las edades, debido a que se hizo una invitación
libre y se conformó un grupo de 18 reclusas”.
La
creación de “Espacios en blanco” se debe
al interés de Isabel Nares por incidir en grupos vulnerables y contribuir a
transformar comunidades, pero eso sí, trabajando junto a las personas, pues
como externó la coreógrafa “generalmente
los artistas o encargados de programas sociales llevan o deciden lo que éstos
grupos necesitan, pero lo deciden sin un diagnóstico de lo que realmente ocupan; entonces los mecanismos que se impulsan en las caravanas artísticas por
ejemplo, son de paso, se trata de animación cultural pero no hay
transformación, en dichas acciones no hay un repensar de cómo nos estamos
relacionando y como nos gustaría vivir”.
“Entonces –añadió- si tu finalidad es generar procesos de cambio en una comunidad, pues con un taller de tres días no generarás nada, serán espectáculos y punto; justo en un diplomado que tomé con RedLab ‘Repensar las violencias desde el arte y la cultura’ se nos planteó lo siguiente: para que una intervención artística realmente genere un cambio estructural, para que realmente suceda algo, tiene que funcionar por un promedio de diez años”.
Por
tanto, Isabel Nares planteó un taller permanente que para este primer año de
funcionamiento obtuvo beneficio del Programa
de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de Michoacán (PECDAM).
Ahora bien, la también directora del grupo La Barbacoa, mencionó que la
intención es que “Espacios en blanco”
pueda continuar, “que haya –dijo- un trabajo permanente donde pueda haber una compañía,
donde las mismas reclusas, después de cierto tiempo repliquen el trabajo, mi
visión a largo plazo va hacia allá”.
“Espacios
en blanco” tiene poco más de un par de meses de ser aplicado y, según lo dicho
por Nares “ya hay cambios en la
comunidad de reclusas que se formó, por ejemplo ellas mismas se ponen de
acuerdo para entrenar, ya hay una constancia, ya hacen parte de su cotidianidad
este taller; lo que las comunidades
vulnerables reclaman es que están cansados de que haya talleres o actividades solo
por un día y luego no pase nada, que no haya continuidad”.
A lo anterior se añaden actividades paralelas, pues de acuerdo con Isabel Nares “no solo es el taller, les llevo actividades, como por ejemplo para el Día internacional de la mujer fue compañía La Serpiente a bailar; también festejamos el día de la danza, se leyó el mensaje, se hizo un jam de improvisación, invité a mi grupo La Barbacoa; entonces, un proyecto así conlleva muchas cosas, no solo es ir a dar clase y ya”.
A propósito de esto, Nares comentó que las mismas autoridades del CERESO le comentaron que esta es la primera vez “que un proyecto dura más de tres sesiones, a excepción de los programas que ya están establecidos por parte de ellos (…) ha sido muy conmovedor para las autoridades del centro y para quienes participamos en el proyecto, por ejemplo, que hay reclusas que de niñas quisieron ser bailarinas o estudiaron danza en algún momento de su vida y pues ahora expresan que esto es una oportunidad para hacerlo realidad”.