Marco
von Borstel
Fotografías: cortesía Marco von Borstel
Cañadas de Obregón, Jalisco, a 27 de febrero de 2025.- La larga y tenaz lucha de las comunidades Temacapulín, Acasico y Palmarejo, de los Altos de Jalisco, contra el megaproyecto de la Presa El Zapotillo que pretendía dejarlas bajo el agua, es significativa y emblemática para México y todo el mundo, no sólo porque emula el mito de David contra Goliat -por la población tan pequeña que las habita-, sino también por su carácter simbólico, creativo e integral que logró, tras más de quince años de resistencia y múltiples acciones, un acuerdo con el gobierno para evitar ser inundadas y despojadas de su territorio y forma de vida.
La
presa el Zapotillo es un megaproyecto que comenzó a impulsarse desde el 2005
por los gobiernos panistas que originalmente buscaban, a través de un trasvase (el
traslado de agua de una cuenca a otra), surtir de agua a León, Guanajuato, para
saciar los intereses empresariales de la región del bajío; el proyecto se
impuso pese a la negativa de las comunidades a ser inundadas y las diversas
irregularidades legales y técnicas.
En
junio del 2008, durante el V Encuentro del MAPDER (Movimiento Mexicano de
Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos) en Temaca, las comunidades
decidieron luchar contra esta temible amenaza y se conformó el Comité Salvemos
Temacapulín, Acasico y Palmarejo; así comenzó un camino de resistencia que
logró algo que parecía imposible en ese momento: enfrentarse al gobierno y
evitar ser desplazados.
El sendero de la resistencia pacífica, siendo comunidades muy poco pobladas e imbuidas en un contexto social y político muy adverso, implicó mucha inventiva, esfuerzo y la atinada alianza con diversas comunidades, organizaciones, movimientos, académicxs, periodistas e individuos.
En
un principio en México, pero luego se internacionalizó la lucha, los vínculos
se extendieron a todas las latitudes de nuestro planeta. Se generaron
estrategias y tácticas en varias dimensiones: legales, comunicativas,
culturales y de incidencia, con movilizaciones y actividades muy paradigmáticas
que lograron derribar la barrera del control mediático, generando una fuerte
solidaridad y, aunque fueron traicionados por los gobiernos estatales de
Aristóteles Sandoval (PRI) y Enrique Alfaro (MC), en el 2021 lograron el
acuerdo con el gobierno federal para hacerle unos vertederos a la represa ya
construida, de manera que se garantiza la no inundación de los poblados.
La
historia de esta resistencia tiene varios acontecimientos muy significativos:
como en el 2010 el III Encuentro Internacional de Afectados por Represas
y su Aliados “Ríos para la Vida” y la campaña en de Los Ojos del Mundo están
Puestos en Temaca que tuvo impacto mundial, recibiendo más de 500 imágenes
en solidaridad, difundidas por las nacientes redes sociales.
Otro
episodio fueron las 50 horas más 1 de oraciones frente a la casa del
gobernador, para que cumpliera su palabra de respetar la voluntad de los
habitantes y en 2011, la toma de Presa el Zapotillo, que estaba aún en
construcción, donde de forma pacífica la comunidad, en ejercicio del soberano
derecho del pueblo de hacer cumplir las leyes, ante la suspensión de la obra
por las inconsistencias legales y amparos concedidos y la inacción de las autoridades
competentes, paralizó la obra y logró después de 3 años de intentos fallidos,
entablar interlocución con el gobierno federal; aunque las autoridades no
cumplieron su palabra, marcó un antes y un después en el balance de fuerzas.
Este fue un acto conocido como “bautizo”, por ser el nombre clave para
convocar a las comunidades y aliadxs nacionales para apoyar la lucha, un
episodio que pareciera haber sido un cuento escrito por Gabriel García Márquez,
por sus inusuales pasajes y sucesos.
Se
hicieron campañas como “La Revolución del Agua” y “El Retorno a la
Raíz". También se crearon diversas canciones, libros, materiales
audiovisuales y eventos socioculturales locales como la Carrera de Los Remedios
y la Feria del Chile de Árbol que se realizan cada año y fueron visitados por
diversas personalidades internacionales como el Obispo Luis Infanti de Chile;
Oscar Olivera, líder boliviano de la Guerra del Agua en Cochabamba; Moira
Millán, líder del Movimiento Mapuche; el actual Relator del Agua ante Naciones
Unidas, Pedro Arrojo y muchxs más.
En
el 2008 se fundó la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) en
el marco del V Encuentro MAPDER y la articulación latinoamericana Movimiento de
Afectados por Represas (MAR) en el Encuentro Internacional “Ríos para la Vida”;
esta lucha tuvo reverberaciones en muchos otros procesos de defensa del
territorio a nivel continental.
Pese
a la gran visibilización del caso, las irregularidades, amparos ganados y una
controversia constitucional, las obras de la presa continuaron y no fue
hasta que llegó Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y al terminar la
pandemia, que cumpliendo sus promesas de campaña, se logró el acuerdo, que
aunque no se concedió el desmantelamiento total de la cortina para salvar el
curso libre del río, permitió a las comunidades preservar su territorio y poder
librarse del yugo que implica un enfrentamiento tan desigual, ante la
hidromafia del occidente de México.
Durante este largo proceso de lucha se dieron múltiples violaciones a los derechos humanos, ilegalidades, amenazas y hostigamiento a las comunidades y sus aliadxs más cercanos, se fragmentó el tejido social, pero se logró triunfar, aunque evidentemente quedaron muchas fracturas internas provocadas por el estado, que al implementarse el plan de justicia, estos últimos años y pese a diferentes esfuerzos para buscar sanar las grietas, éstas se profundizaron aún más, por lo que ha llegado el momento de construir espacios de diálogo, reflexión, escucha y acuerdos, para que internamente unidos en la pluralidad, puedan enfrentar los diversos retos que aún tienen enfrente, como la interlocución con el nuevo gobierno federal para la continuidad del Plan de Justicia, para el pleno resarcimiento por las afectaciones provocadas por el proyecto; la transformación, colectivización y el traslado generacional del liderazgo ante el nuevo contexto y su autorepresentación ante otras luchas aliadas, las redes y movimientos regionales, nacionales y latinoamericanos de los que son parte.
Es
con la intención de celebrar esta importante victoria, repensarse, construir
unidad interna y buscar rearticularse con las comunidades y organizaciones que
tanto aportaron para lograr borrar la amenaza de ser ahogados bajo el agua, es que
convocan ahora a este Encuentro por la Soberanía de los Pueblos “Agua, Vida
y Tierra”, del 12 al 16 de marzo de este año, en el marco del Día
Internacional de Lucha Contra las Represas, por los Ríos, por el Agua y la
Vida. Habrá ponencias, talleres, mesas de trabajo, presentaciones de libros,
eventos culturales y ceremonias, con la presencia de delegaciones de los
cuatro rumbos del país y algunxs invitados internacionales que podrán asistir.
El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y
Palmarejo desde noviembre del 2024 lanzó el primer llamado y se han sumado a la
convocatoria diversas organizaciones, comunidades y personas para apoyar y
construir colectivamente esta iniciativa. Siendo que la toma de la presa fue
en el 2011 y se le llamó el “bautizo”, ahora se invita a celebrar “los Quince
Años”, en vísperas de también preparar la participación de la
representación de las comunidades y los movimientos nacionales de afectados por
presas en el próximo encuentro en noviembre de este año del IV Encuentro de
Afectados por Represas a celebrarse en Brasil.
Con
el espíritu de agradecer y reconocer la solidaridad recibida por tantas
personas, colectivos y formas organizativas y con el fin construir rutas
colectivas de acción, compartir y soñar en nuevos mundos posibles, se ha hecho
este llamado y quienes hemos participado de distintas maneras en esta heroica
lucha de las comunidades, las cuáles decidieron hacer valer su voz y su derecho
existir, nos sentimos entusiasmados y honrados de poder participar.
La
posibilidad de derrotar a Goliat se logró dando el ejemplo de que la unidad, la
articulación y la determinación inquebrantable son determinantes para poder
enfrentar desafíos que parecieran imposibles de alcanzar.
Ahora Temaca pone los Ojos en el Mundo y nos invita a mirarnos, a seguirnos
encontrando, a continuar defendiendo el agua, la tierra y la vida, a reconocer
las dificultades de los procesos de resistencia, los conflictos, a ponernos de
acuerdo desde la diversidad y darnos esperanza para construir alternativas para
el Buen Vivir de los pueblos, con el lema “Ríos para la Vida, no para la
Muerte”.