Redacción / Ciudad de México, a 2 de febrero de 2022.- Alimento protagónico de estas fechas, el tamal da cuenta del sincretismo cultural de México al vincularse con los ciclos festivo y agrícola, presentes en las creencias de diversos pueblos indígenas de México y en la religión católica.
El tamal forma parte de la gastronomía de
diversos pueblos, su origen es ancestral y en la época prehispánica se consumía
en fechas significativas y en ritos dedicados a diversas deidades.
Su nombre proviene del náhuatl tamalli (“bollo de maíz envuelto en hojas y cocido al vapor”) y desde mucho antes del periodo Colonial se consume el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Con el propósito de dar a conocer la riqueza
cultural de esta celebración, parte de la cultura alimentaria, la Secretaría de
Cultura del Gobierno de México, a través de las redes sociales de la Dirección
General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (@dgcpopulares en Twitter y
@CulturasPopularesOficial en Facebook), así como en la plataforma Contigo en la
distancia (contigoenladistancia.cultura.
En un video, la coordinadora de Arte Popular de
la DGCPIU, la antropóloga Amparo Rincón Pérez, abordará el sincretismo en esta
tradición que, por un lado, se vincula al inicio del ciclo agrícola y, por el
otro, al proceso evangelizador.
Esta amalgama de creencias rituales es evidente
en tradiciones como llevar a bendecir al templo una figura del Niño Dios y
posteriormente celebrar con tamales; o bien, apartar este día para que, quienes
encontraron al “muñequito” en la rosca de Reyes (6 de enero) repartan tamales
de sabores dulces y salados a la familia o amigos que fueron testigos.
En palabras de Rincón Pérez, en esta fecha las
mujeres, hombres y familias acuden al templo para bendecir al Niño Dios y, a su
vez, sus semillas de maíz, frijol y calabaza, entre otras. Las y los creyente
piden que se les conceda una buena milpa y cosecha.
Aún hoy, en comunidades de Morelos, por ejemplo,
se ofrendan a la tierra tamales de ceniza. En las localidades de Miguel Canoa,
Aparicio y La Resurrección, en Puebla, la bendición de las semillas y las
ofrendas dedicadas a la tierra cada vez se practican menos, ya que los terrenos
de cultivo se han transformado en lotes residenciales o de otros usos.
En
@CulturasPopularesOficial en Facebook se llevará a cabo el Conversatorio
virtual “¡El que nace para tamal...! Día de la Candelaria: alimento, fiesta y
ritual”. El 1 de febrero, a las 12:00 horas, la cronista urbana y editora de la
Revista Baladí, Susana Colín Moya, hablará sobre “Santa Anita y sus tamales con
memoria lacustre”. Esta zona de la Ciudad de México fue famosa desde tiempos
prehispánicos por elaborar este alimento con productos obtenidos del canal de
La Viga y las chinampas que existían en el lugar.
En tanto, el 2 de febrero,
a las 12:00 horas, Edith Yesenia Peña Sánchez, investigadora de la cultura
alimentaria y cocineras tradicionales del Instituto Nacional de Antropología e
Historia, abordará “Los alimentos en el ciclo ritual de la Candelaria”,
relacionando la tradición católica y la práctica de honrar al maíz por parte de
los pueblos originarios de México.
Desde hace 30 años, el Museo Nacional de Culturas
Populares celebra con una feria dedicada a este alimento que, por segunda
ocasión, se pospondrá ante la presencia de COVID-19. Sin embargo, al ser uno de
los encuentros gastronómicos más esperados para las y los visitantes de este
recinto, en las redes de la DGCPIU se compartirán algunas fotografías
históricas que rememorarán cómo se han vivido las ediciones pasadas.
Además, las y los usuarios podrán conocer la
diversidad de técnicas e ingredientes con los que se preparan y rellenan los
tamales, así como los distintos sabores de atoles, a través de tres entrevistas
videograbadas con las cocineras Rosa
Elvia Esquivel de la Cruz (Ocoyoacac, Estado de México), Nora Lorena Estrada
González (Xochimilco, Ciudad de México) y María Teresa Solís López
(Ixtenco, Tlaxcala); esta última, ganadora del primer concurso gastronómico ¿A
qué sabe la patria?