Ulises Fonseca
La
mente, sus pensamientos y la conexión de éstos con el universo, son temas
condensados en “Los Yo sublimes”,
una exposición de la pintora Ariadna
Catalina Pineda Servín, que actualmente puede ser vista en el Hotel Rosa Barroco (Av. Madero Oriente
#830 Col. Centro, Morelia).
Sobre
su trabajo, Ariadna Pineda relató que para
crear las 17 obras que actualmente pueden verse -y comprarse-, debió atravesar
un camino iniciado en una serie anterior, donde tocó el tema de los sueños:
“Hay
tópicos que me son motivos de creación, antes de esta colección trabajé con seres
oníricos y eso fue algo que me llevó a entender que tenía muchos personajes en
mi mente, hago mención de esto porque desde ahí comencé con el tema del
pensamiento, la forma en que éste es creado en la mente y luego se expande, es
decir, físicamente no son visibles nuestros pensamientos, pero de serlo habría
una nube gigante alrededor de nuestras cabezas”.
A
partir de ahí, Pineda Servín se adentró
a una investigación sobre la forma de trabajar que tiene el cerebro y a
partir de esta descubrió, dijo “que hay
redes de conexiones neuronales y lo mismo sucede con el universo, es decir, el cosmos
tiene una estructura de conexión semejante a la que hay en nuestro cerebro;
eso me llevó hacia la teoría de las cuerdas, de la cuántica, de los multiuniversos
y el concepto de los ‘yo sublimes’, ósea de la forma en que nosotros nos
fundimos en el universo”.
Para
traducir esta masa de información hacia una propuesta visual, Ariadna Pineda
optó por emplear y combinar las técnicas
del óleo y el fumage, siendo esta última, una forma de trabajo con muchas
posibilidades y también exigencias particulares, pues de acuerdo a lo externado
por la artista “te fuerza a realizar el trabajo rápido, porque laboras con
hollín, y también a ser más honesto, no
puedes mentir porque o te sale o te sale”.
A
propósito del trabajo técnico, Ariadna Pineda describió la manera en que fue
embonando los elementos “intercalé capas
de óleo, de humo y puse fijador, así medié las luces, los colores y
descubrí que las pinturas doradas, cobres
y platas se unifican muy bien con el fumage, son tonos que en otras
pinturas se podrían ver kitsch o fuera de lugar pero que son muy bien acogidos
por el fumage”.
Espacios
alternativos
En
torno a la posibilidad de exponer obra, y ponerla a la venta, en lugares como
restaurantes u hoteles (como en este caso el Rosa Barroco), Ariadna Pineda
expresó que dichos espacios pueden ser grande aliados, en especial para los
artistas que no son parte de las élites -o mafias- culturales.
“Morelia
es una ciudad pequeña y casi todo el mundo (del ámbito artístico) se conoce,
quienes tienen contacto con fulanito
o sultano ya tienen las puertas
abiertas en lugares como Clavijero, lo
cual esta bien para ellos, pero sí nos deja a muchos fuera y yo no soy mucho de
relacionarme con la élite”, mencionó Ariadna Pineda para luego añadir que, si bien se encuentra fuera de los círculos
privilegiados ha buscado lugares alternativos, “donde la gente esta dispuesta y
ávida de tener intercambios, donde uno trae la obra y ellos prestan su
espacio, para mi es algo más bello y
colaborativo esa forma de trabajar”.