Redacción
Maestros
oaxaqueños celebran 30 años del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO)
con la exposición del trabajo de 14 reconocidos artistas que tienen sus raíces
en Oaxaca. Rufino Tamayo fue uno de los primeros artistas mexicanos que
exploraron la abstracción figurativa al crear imágenes basadas en el modernismo
internacional y su conocimiento del arte prehispánico.
El
llamado estilo oaxaqueño es un lenguaje visual que hace referencia a las
culturas locales e indígenas de la entidad, caracterizado por un nutrido
significado de colores intensos y formas simplificadas, así como por su
contenido narrativo, mitológico y simbólico.
Rodolfo
Morales (1925-2001) basó su realismo mágico en el folclor, los mitos y los
sueños. Juan Alcázar (1955-2013) trabajó también ese estilo y Enrique Flores
(1963) realiza grabados poéticos con motivos del campo oaxaqueño.
Las
estampas de Shinzaburo Takeda (1935), originario de Japón, e instalado en
Oaxaca desde hace muchos años, explora también en las culturas indígenas de
Oaxaca, especialmente en las de las costas.
En
un terreno más contemporáneo, Francisco Toledo (1940), fundador del IAGO, posee
un estilo semi-abstracto, basado en las realidades de México; las estampas que
aquí se exhiben se centran en el terremoto que golpeó a Juchitán en 2017.
Los
grabados de Alejandro Santiago (1964-2013) incluyen figuras vibrantes y
expresionistas; Sergio Hernández crea un mundo circense con líneas y formas
vivaces. En las imágenes de Guillermo Olguín (1969) se sugiere una conexión con
los sueños y el inconsciente.
Demián
Flores combina desde la línea post-moderna, la cultura popular con la
ingeniería prehispánica, con lo que genera una crítica a la sociedad mexicana.
Tendencias
en el arte oaxaqueño como la abstracción, están presentes en la obra
semi-abstracta del artista Rodolfo Nieto (1936-1984), así como de Rubén Leyva
(1953), en cuya creación hay composiciones juguetonas y animadas.
José
Villalobos (1950) trabaja por su parte con las posibilidades gestuales de la
línea y la forma, al igual que Raúl Soruco (1952), cuyas estampas vibran con
colores saturados.
La
curadora de Maestros oaxaqueños. Celebrando 30 años del IAGO, Deborah Caplow,
señala que existe gran apertura de diálogo y convivencia entre los grandes
maestros oaxaqueños (aún vivos) y las nuevas generaciones. “Es una especie de
retroalimentación entre experiencia y juventud, incluso intercambian
conocimiento con los talleres gráficos, pues casi todos se conocen”.
Esta
muestra, inscrita en el contexto histórico de las artes gráficas de Oaxaca que
celebra los 30 años del IAGO, también comprende la exposición El arte gráfico
contemporáneo en Oaxaca que permanecerá hasta el 14 de julio.
El
Museo Nacional de la Estampa expone Maestros oaxaqueños. Celebrando 30 años del
IAGO en Av. Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, en el Centro Histórico de
la Ciudad de México.