Ulises Fonseca
El Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ) abrió sus puertas a la exposición “Apuntes de biología”, una muestra del artista visual y gestor cultural Sebastian Portillo en la que conviven la fotografía, el transfer, el dibujo y la memoria histórica personal.
A propósito de este último aspecto, el propio Portillo refirió que el proyecto tiene su base “en unos documentos de mi padre que encontré, datan de hace 46 años y son de las materias de biología, física y otras que él tenía justo cuando cursaba en la Universidad Michoacana; son cosas que fui hallando desde que él se ausentó en mi familia y, al momento de revisarlo pude ver alusiones poéticas que me llevaron a imaginar la forma en que mi papá pensaba”, quien dicho sea de paso, fue poeta.
En resumen, dijo, “el objetivo fue plantear este universo que yo cree a partir de pequeños fragmentos y tener una cosmovisión personal de mi papá antes de mi existencia, que pudiera llegar a ser mi propia visión respecto a mi juventud; este es el diálogo más largo, fructífero y personal que he tenido con él desde mi nacimiento”.
Ahora, para dar vida a ese diálogo, Portillo empleó varias técnicas, como la fotografía construida, que él mismo explicó: “muchas imágenes son escenas casi teatrales con toda una producción detrás; también hay foto intervenida con dibujo, tomé de este su capacidad expresiva para complementar la idea; por último hay una serie hecha con transfer de imágenes directo a papel, que da la sensación de ser un dibujo”.
El uso de estas técnicas tiene sus razones, pues como Portillo mismo expresó “llegué a un punto en que la imagen era insuficiente para abordar o complementar la idea, entonces me valí de otras expresiones visuales para crear meta-imagen Usar esta técnicas me era necesario para expresar una cuestión más natural y visceral, también para dar una estética que transportara a la época entre los años 60 y 70”.
“El proceso creativo fue largo, comencé con el proyecto hace año y medio, comencé por revisar los documentos y buscar alusiones poéticas, entonces pensaba que tal vez él, cuando apuntaba datos también imaginaba cosas al momento de hacer frases sobre el origen de los mares, el viento del norte, etc.; una vez tuve los textos comencé la investigación para entender cada uno de los temas”, comentó Portillo.
Luego de este proceso, se tiene que “Apuntes de biología” está conformada con 35 piezas, que van desde los 15x20 cm hasta 2x1 metros; se trata de un conjunto de obra que los visitantes podrán admirar en el MACAZ hasta el próximo 12 de enero.
De acuerdo a lo relatado por Sebastian Portillo, “Apuntes de biología” proviene del proyecto fotográfico homónimo, el cual recibió apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de Michoacán (PECDAM).
Lo que sigue
Respecto a lo que ocurrirá con “Apuntes de biología” después del MACAZ, Portillo comentó que hay ideas que contemplan el subir las obras a la web, a fin de incentivar la venta o mover el trabajo a diferentes plataformas digitales.
“Respecto a moverla físicamente, hay una propuesta para llevarla fuera del país o bien hacer un recorrido en museos del estado, en Lázaro Cárdenas, en Zamora, pero mucho dependerá de si hay apoyo en cuanto a la apertura de espacios para la expo”, comentó Portillo.
La evolución personal
La exposición actual representa un cambio en la producción de Sebastian Portillo, quien anteriormente tuvo un interés importante en el desnudo y el retrato “luego fui virando hacia el retrato psicológico y hace tres años tuve una tutoría con Melba Arellano y empezamos a hacer un proyecto sobre el primer atentado terrorista ocurrido en México, justamente en Morelia, en el 2008”.
“Entonces –agregó- al hacerme llegar de otras herramientas más allá de la fotografía, como la investigación de campo y en medios electrónicos, la recopilación de testimonios, me metí en pedagogía para saber abordar la violencia por medio del arte y cambiar la visión del traumatismo de un evento, a partir de ahí comencé a vislumbrar la capacidad que tienen los proyectos fotográficos para crear no solo una serie sino un documento completo, que se base en varios recursos para contar una historia o abordar cosas que se desea explicar; de hecho el proyecto se llamó ‘Documento de un suceso inexplicable’ que tuve oportunidad de presentar en Estados Unidos y al consulado de México en Nueva York”.
A partir de ahí, dijo, su producción tuvo un cambio importante: “comencé a buscar más recursos que el desnudo y que el retrato para abordar los temas que me interesaban, en el caso presente, este proyecto fotográfico me reafirma que el trabajo sobre el cuerpo es elemental para abordar sentimientos, emociones, ideas, recuerdos, frustraciones, pero también áreas como la literatura o ciencia pueden acompañar y enriquecer el lenguaje visual”.
En suma, Portillo comentó que la fotografía, y en este caso la que toca temas personales “claro que sirven, pues a pesar de ser algo tan particular, puedes llegar a tocar ideas o conceptos universales, la gente puede llegar a sentirse identificada y mover hacia la empatía”.
