Por Emmanuelle
Brío
Imagen:
Priscilla Du Preez, tomada de Unsplash
Soy el
Rey del mundo,
o lo
que es lo mismo,
soy la
mano invisible
que
presiona el cinturón de Rainbow Brite
que
determina mi camino.
Soy el
Rey del mundo,
el
mundo que se extingue con mi muerte,
el
mundo que habita en mis recuerdos
y que
deja de existir si yo no existo,
si no
lo miro más.
Soy lo
que pude ser,
o lo
que es lo mismo,
el que
elegí.
Pude
ser menos individuo,
y como
la Szymborska, decliné.
Las
casas quedan impregnadas de sus dueños,
afirma
César Vallejo;
los
escritores plasman en las viviendas su personalidad,
asegura
Virginia Woolf;
los
rumanos saturan sus casas
para
disimular los vacíos del alma,
denuncia
Herta Müller;
yo me
habité a mí mismo,
decoré
los pasillos de mi mente,
determiné
los colores de arcoíris
y los
vientos
que
poblarían mi cerebro.
Soy el
Rey del mundo,
o lo
que es lo mismo:
el Rey
del mundo de mi mente,
y me
permito
homenajear
al Rey,
y me
permito
besar
y amar al Rey.
Sobre
el autor
Emmanuelle Brío (Ciudad de
México, 1984). Es autor del poemario Puto amor (Cígneo Ediciones, CDMX,
2021). Trabajos suyos aparecen publicados en las antologías Afuera: arca
poética de la diversidad sexual (Estado de México, Diablura Ediciones,
2016), El otro lado del silencio (Secretaría de Cultura, Ciudad de
México, 2008), Si era dicha o dolor, (Paraíso Perdido, Guadalajara,
Jalisco, 2018), Ese gran reflector encendido de pronto (Instituto
Sinaloense de Cultura, 2021). Ha publicado poemas en diarios y en revistas
digitales. En 2010 obtuvo el Primer lugar del V Certamen Literario José Arrese,
del Ateneo Literario José Arrese, de Matamoros, Tamaulipas, en la categoría
Poesía. En 2011 ganó el Primer Premio del Concurso de Poesía Heptagrama.