Ulises Fonseca
El teatro del oprimido es una forma de trabajo
que tiene un fuerte sentido de transformación social, pues su forma de operar
es junto con diferentes grupos de la sociedad civil. Para difundir esta
forma de acción cultural y consolidar la red nacional, es que del 21 al 23 de
septiembre se realizará el “2º Encuentro
nacional de teatro de las personas oprimidas”.
Los lugares que
recibirán las actividades son Foro Eco (Nicolás Bravo, no. 430 centro de
Morelia) y Foro La Ceiba (Lacas de Uruapan no.301, colonia Vasco de Quiroga) en
los que habrá talleres, charlas, funciones de teatro y la presentación del
libro “Teatro y estética del oprimido. Homenaje a Augusto Boal”, de Lucero
Troncoso.
Se trata de una
actividad organizada entre el colectivo Arena teatro y la Red Mexicana de
Teatro del Oprimido, para la cual vendrán 30
invitados procedentes de estados como Aguascalientes, Puebla, Ciudad de México,
Nuevo León y Michoacán. La programación detallada puede revisarse en la
página de Fb del colectivo Arena Teatro.
La pertinencia de
que se desarrolle este encuentro se debe a las siguientes cuestiones: la
primera es difundir la metodología del teatro del oprimido, misma que, como
afirmó Yamel El Mosri Fernández -quien es parte del equipo organizador-: “es
una gran estrategia para generar colectivo, pensamiento crítico y aprendizaje”,
es decir que, su objetivo es la transformación de las comunidades a partir de
la participación de éstas mismas. En este punto, cabe señalar que es posible atender diferentes sectores, como los
migrantes, la población LGBT+, las mujeres, personas en situación de cárcel o
grupos étnicos-lingüísticos minoritarios.
“Justamente una de
las cosas más congruentes en el teatro del oprimido es que en lugar de llevar a
las comunidades las cosas que se cree son necesarias, son ellas mismas las que
crean sus historias a partir de lo que viven”, añadió El Mosri Fernández.
Por otra parte,
está presente el hecho de que mientras hay grandes potencias en el teatro del
oprimido en Latinoamérica, como Brasil, Argentina, Bolivia o Chile, México es
en cambio uno de los más débiles.
Dicha fragilidad
se deriva de la desconexión que hay entre las personas que realizan teatro del
oprimido en nuestro país, pues hay grupos e iniciativas en Monterrey, Oaxaca,
Aguascalientes, Mérida, Puebla, Ciudad de México y Morelia que todavía no han
logrado una vinculación sólida.
A propósito de
esto último, El Mosri Fernández refirió que el encuentro busca también el
fortalecimiento de la Red Mexicana de Teatro del Oprimido y en difundir la
metodología en nuestro país, pues recordó que “en muchos países de
Latinoamérica está muy fuerte pero en México no, a pesar de que es un país que
vive mucha represión”.
¿Qué es el teatro del oprimido?
Teatro del
oprimido es una metodología de creación que involucra a las personas “de a
pie”, de modo que éstos realizan, producen, montan y presentan sus propias
historias, para beneficio de sí mismos. Se trata, pues, del involucramiento de
quien siempre esta como espectador, para que asuma un papel de creador.
Esta metodología
fue fundada por el brasileño Augusto Boal, artista teatral muy vinculado a
temas sociales y políticos que, debido a la dictadura militar en su país –en la
década de los 60-, se exilió en Argentina, nación en la que maduró el concepto
de teatro del oprimido.
Para llegar a ese
punto, Augusto Boal tuvo en mente las siguientes preguntas: "¿dónde está
lo transformador del teatro?, pues verlo no es suficiente, hacerlo es lo que
transforma"; a partir de esta conclusión, Boal ideó una serie de dinámicas
y actividades que evolucionaron hacia una metodología formal.