Ulises Fonseca
Con el objetivo de
mantener con vida una tradición como la máscara negra de Charo, el artista visual y promotor cultural
Juan Pablo Luna Gómez impulsó el primer Concurso Municipal de la Máscara Tradicional de Charo, cuya premiación se ofrecerá el próximo 22 de abril.
Al respecto, el propio Luna Gómez refirió que esta iniciativa surge luego de su conexión con Charo y su tradición mascarera:
“desde hace 20 años que me vinculé con la comunidad noté que había una falta de apoyo tremenda (…) inclusive Casa de las Artesanías (CASRT, actual Instituto del Artesano Michoacano) no tenía antecedente alguno”.
Por lo tanto es que surge el
Concurso Municipal de la Máscara Tradicional de Charo, que es parte de un proyecto más amplio llamado
“Rostros del tiempo”, implementado por el propio Luna Gómez.
Como dijo el promotor,
el sentido del proyecto está en “recobrar o resignificar la máscara negra, ya que Charo tiene mucha migración a los Estados Unidos y los jóvenes que se van, regresan con toda una reconfiguración cultural, entonces las máscaras negras tradicionales las estaban cambiando por patos donalds o shreks; entonces vi la necesidad de resignificar la máscara negra”.
Para lograr esa resignificación, el proyecto incluye acciones como el concurso, que en su primera edición tendrá la
participación de 12 mascareros, cuyas obras serán evaluadas por los jurados a lo largo de esta semana.
El promotor detalló que
en total hay 35 máscaras; mientras que hay cuatro categorías (cada una con tres primeros lugares), así como cinco premios especiales. Luego de las premiaciones, dijo Luna Gómez, “los mascareros seguirán conservando sus piezas, si quieren la pueden vender; los premios especiales son de 2000 pesos, los de primer lugar son 1500, los de segundo 1000 y los de tercer son 800”.
Para conjuntar estos premios, Luna Gómez refirió que buscó el apoyo de la sociedad civil, del ayuntamiento de Charo y de la Secretaría de Cultura estatal (SECUM).
IAM ignora la máscara
El promotor refirió que, debido a la naturaleza del proyecto,
también tuvo acercamiento con el Instituto del Artesano Michoacano (IAM), sin tener resultados positivos: “lamentablemente Claudio Méndez (director del IAM) les pedía para dos premios estatales pero
no me recibió”.
Luna Gómez dijo que el titular del IAM argumentó, a través de su secretaria, que no había dinero
“dijo que gracias, que no me podía recibir, a pesar de que le obsequié un librito de la emisión pasada donde están los mascareros (en referencia al catálogo editado en la primera fase de Rostros del tiempo)”.
Frente a este panorama fue la sociedad civil de Charo la que salió a dar apoyo al proyecto, entre empresarios y creadores como Octavio Bajonero (
http://www.tallergaleriaescarcega.com/octavio-bajonero).
Trabajar despacio
Un artesano tarda entre un mes y tres semanas en realizar una máscara, es un trabajo que toma ese tiempo por la cantidad de detalles a solucionar, pero también por el hecho de que los artesanos necesitan tener otra actividad remunerada, pues como dijo Luna Gómez
“realmente no es una actividad que reditúe mucho, sobre todo porque no hay mucho conocimiento de esa máscara, se conoce mucho de los purépechas pero de acá nunca ha habido promoción”.
Por tanto, añadió el promotor,
“los artesanos hacen piezas para su propia comunidad, la belleza de ésta máscara es que no ha dejado de ser ritual, se hace para la danza del carnaval (…) entonces no son muy consumidas, las compra gente que sabe del arte popular de la máscara”.
A propósito de esto último, el promotor mencionó que
el precio de cada máscara oscila entre los 800 y los 1000 pesos “para el trabajo que se hace, prácticamente están regaladas”.