Redacción
“La persecución y asesinato de Jean Paul Marat” es un alucinante musical sobre la persecución y asesinato de Jean Paul Marat, que actualmente está montado en la sala Silvestre Revueltas de la Facultad Popular de Bellas Artes (FPBA).
El montaje
se desarrolla al interior de un manicomio, donde los pacientes tienen como terapia al arte escénico. Por tanto, los internos dan vida a personajes como el Marqués de Sade, Charlotte Corday, Jacques Roux, Simmone Evrard, Monsieur Duperret y al propio Jean Paul Marat.
Estos personajes dejan entrever un horizonte donde la historia se repite de manera constante, solo que con nombres distintos: lo que sucede con la mayoría de los hombres que sueñan con cambiar su mundo pero que se topan con las mismas piedras. El manicomio es, entonces, un juego crítico de la sociedad actual, tan parecida a las de siglos pasados.
La obra cuenta con 30 artistas en escena y música en vivo: alegros, himnos, odas; que se acompañan de un piano, un bajo, una guitarra y voces para describir los sucesos de una historia que no es biográfica en su totalidad, pero que devela la personalidad del intelectual francés nacido en 1743 y asesinado por la girondina Charlotte Corday en 1793.
El montaje escénico es realizado por estudiantes de tercer año de la licenciatura de teatro, quienes tuvieron la dirección de Alfredo Duran. La sonorización de la obra fue creada por estudiantes de otras disciplinas de la FPBA, como canto, composición, música; mientras que los alumnos adscritos a danza, dentro de la misma institución, realizaron coreografías para acompañar los coros, que a su vez representan al pueblo.
Las funciones se realizan cada día a las 20:00 horas, una programación que durará hasta el siguiente 14 de julio ahí en la FPBA, espacio ubicado en la calle Guillermo Prieto 87 del centro histórico de Morelia.
Créditos
Iluminación, José Ramón Segurajáuregi; asistente de iluminación, David Ramírez; montaje de las canciones, Gerardo López muñoz; coreografía, Víctor Gabriel Magaña; maestro de composición, Eduardo Solís Marín; taller de ópera, Salvador Ginori Lozano; carpintería, Rodolfo Rodríguez Mercado; pintura escénica, Enrique Nolasco; ajuste de vestuario, Julissa Medina García. Producción y dirección general, Alfredo Durán.