Ulises Fonseca Madrigal
“Me ven como una bruja malvada, pero terminarán viéndome como a una madre”, es lo que solía decirles a sus alumnos una estricta maestra llamada Gellya Dubrova, una mujer originaria de Rusia que por las vueltas de la vida llegó a Morelia y formó generaciones de intérpretes, quienes ahora la lloran por su fallecimiento.
En efecto, Dubrova vio su último día este domingo mientras hacía un viaje de visita a Moscú, capital de Rusia, pérdida resentida por la comunidad de artistas de Morelia, pues en esta ciudad la maestra dejó huella en la Facultad Popular de Bellas Artes (FPBA) y el Conservatorio de las Rosas.
Sobre éste hecho, quien fuera uno de sus más cercanos alumnos y ahora director de la Orquesta Sinfónica de Michoacán (OSIDEM), Miguel Ángel García, expresó que por una parte hay consternación y tristeza, aunque por otro lado “debemos estar contentos porque su presencia quedará por todo el trabajo que hizo con nosotros, por su experiencia y sabiduría que asimilamos, que cada momento la llevamos en todo un bagaje de conocimientos (…) vive en nosotros por todo lo que nos dio”.
A Miguel Ángel García lo secundó el actual titular de la Secretaría de Cultura estatal (Secum), Salvador Ginori Lozano, añadió que “es una gran pérdida para el medio académico de Morelia, porque se desempeñó por muchos años en el Conservatorio de las Rosas y en la Universidad Michoacana, la conocí desde que llegó a Michoacán con algunos alumnos que habían recibido clases con ella”.
Por su parte, el director del Conservatorio de las Rosas, Luis Jaime Cortés, manifestó que en efecto, la partida de la maestra “es una noticia lamentable, la maestra llegó al Conservatorio en el año 1994 y desde entonces construyó la que sin duda ha sido la mejor cátedra de cuerdas que ha existido en México, ahí están los músicos que se formaron con ella para constatarlo”.
“Hay maestros que el Conservatorio ha contado con la fortuna de tener en sus filas como Miguel Bernal o Bonifacio Rojas, sin duda a esa lista de nombres fundamentales se suma ahora el de la maestra Gellya Dubrova” añadió.
In memoriam
Debido a la relevancia que tuvo Dubrova en la formación de varios músicos, el director de la OSIDEM consideró que hay un consenso en la comunidad en torno a realizar un homenaje para la maestra: “varios colegas estamos en contacto para armar un homenaje póstumo, digno y con mucho cariño, no dudo que varios compañeros lo haremos seguramente con un concierto”.
Al respecto, Luis Jaime Cortés consideró que desde la institución que representa “estuvimos platicando con algunos de los maestros, de los estudiantes graduados por ella y queremos preparar hacia fines de agosto un homenaje en el que toquen sus alumnos, ahora damos los primeros pasos en eso pero sin duda haremos con todos los estudiantes que ella formó”.
Por lo que toca a la Secum, Ginori Lozano mencionó que aún es prematuro mencionar que actividad se realizará, “lo estaremos anunciando pronto, no creo que haya objeción alguna de la comunidad musical de participar en estas acciones, en especial por el director de la OSIDEM, quien fue uno de sus alumnos más entrañables”.
El temple
Todavía existen ciertos ámbitos en los que la relación maestro-alumno tiene elementos de cercanía e incluso fraternidad, al menos así lo vivieron quienes estudiaron con Dubrova, como el caso de Miguel Ángel García, quien contó que, recién llegado a Morelia "la doctora Dubrova planeó hacer un recital de violín y viola, llegó la fecha del concierto y resulta que el piso de la sala estaba recién encerado, tocamos dos obras, entramos y al salir a tocar la tercera obra la maestra resbaló y cayó sobre su viola, el instrumento quedó hecho pedazos, pero con un instrumento prestado terminó el concierto", con eso aprendió, dijo, que como persona debe tener el valor suficiente para afrontar las adversidades.