Eduwiges Franco y Ulises Fonseca
Para
el investigador de las artes y escritor Juan García Chávez, la literatura
contemporánea michoacana está viva y goza de buena salud, ya que se está
produciendo poesía y narrativa, principalmente, aunque, desde su punto de
vista hay poca producción de
dramaturgia.
En
entrevista con este medio, García Chávez expresó que, a su consideración, en
Michoacán se publica más poesía, en segundo término estaría el cuento y
finalmente la narrativa de largo aliento, como la novela, esto por el tiempo
que se invierte en la creación de ésta última, pues se trata de pensarla, de
reflexionar el tema, de estructurarla: “pienso que escribir novela puede ser
como la maduración de la escritura, lo cual lleva largo tiempo; ahora, todo
escritor tiene su periodo de maduración, algo que da la propia escritura y estar
en constante reencuentro con sí mismo y la palabra”.
Sin
embargo, el investigador señaló que lo más importante en el panorama actual es
que los creadores están escribiendo, le están dando el valor y la intención
que la escritura se merece y además
están publicando “con las salvedades de que no hay una gran producción
editorial como tal, pero en los medios alternativos, desde los blogs hasta redes sociales como Facebook y Twitter,
circulan muchas cosas”.
Pero
una cuestión es lo que se produce y otra es el volumen de consumidores, una
cuestión que a nivel estatal, parece, tiene desbalance, con sobreoferta y poca demanda,
un panorama donde no es fácil sobresalir, pues como expresó García Chávez “a
veces es difícil promocionar desde aquí las obras como poemarios o colecciones
de cuento fuera de Michoacán, no a todos invitan a encuentros fuera del estado,
cuando algunos tienen la posibilidad de incurrir en otros estados tienen la
oportunidad de difundir y darse a conocer, ejemplos de ello son los poetas Leonarda
Rivera, Daniel Wence y Armando Salgado”.
En relación con este punto, García Chávez señaló que el fomento a la lectura debería iniciarse en el hogar, pues si un niño ve que en su casa los adultos leen, muy probablemente en él nazca el gusto por la lectura, pasión que después –idealmente- se podría consolidar en las escuelas, de ahí que considere que es a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a la que corresponde implementar programas de promoción lectora y no a las dependencias culturales.
¿Por qué creer en
los libros?
Juan
García Chávez no duda en comenzar la respuesta a esta cuestión desde una
perspectiva utilitaria: “son un bien tangible que perduran a pesar del tiempo” para
luego virar hacia una posición más idealista: “por su contenido, tenemos que
creer en ellos puesto que nos llevan a otros mundos, nos hacen ver cosas que no
habíamos pensado o visto, lo que sienten otras personas, son cosas que como
lectores nos lleva a reflexionar para poder entender, comprender y ver que la
literatura ha sido, es y será necesaria”.