¿POR QUÉ
QUIEREN CERCENAR NUESTROS LABIOS?
¿Por qué
quieren cercenar nuestros labios,
darnos pena
de muerte, cárcel, males,
dominar en
nuestras manos mortales
e insistir
en mostrarnos sus desprecios?
Nos persiguen
con miradas ociosas
porque les
gusta el caminar torcido
y fingir
que su pecho se ha ofendido
por las jotas
airadas, poderosas.
Si les excita
lo que no comprenden
les camina
el cerebro a la locura,
les asusta
la excitación, no entienden
cómo un hombre
secuestra su cordura,
con la propia
calentura disienten:
lo que tanto
odian se las pone dura.
LO QUE FUE Y FUISTE Y FUIMOS
“que nadie,
nadie creerá el incendio”.
Sor Juana
Inés de la Cruz
Y que todo
lo que fue, fuiste, fuimos
desbarrancó sobre la nada,
amado;
lo que dije,
dijiste, callé y callas
rotuló
silencio en nuestras memorias.
Nos condenaron por homosexuales:
Tendrás
derecho al sexo sin cadenas
pero nadie creerá
tus palabras
si te enamoras
de hombre mente y alma.
Que nadie, nadie creerá el incendio
si no quedan
muertos a nuestro paso:
y quedarán
cadáveres de gatos,
quedarán
azaleas y geranios;
los envidiosos
dirán “fue el otoño”,
y que no fue
lo que fue y fuiste y fuimos.
Emmanuelle Brío
Foto: Nadine Shaabana /
Unsplash