Ulises Fonseca
Ser “intenso”, dejarse llevar por los arrebatos emocionales, la sacralización de la madre, el melodrama amoroso y, en fin,
la estridencia del ser mexicano, son los objetos que
satiriza “La prisa del caracol”, una de las obras de repertorio de
La Serpiente Danza contemporánea, que próximamente
será presentada en Zacapu y San Nicolás Obispo.
Laura Martínez Ayala es la creadora de esta pieza, que brilla tanto por sus ejecuciones como por los colores chillantes de los intérpretes, fue ella quien dijo que
“La prisa del caracol” es una obra que apuesta a la reflexión
“de lo que somos, de la forma en que nos construimos culturalmente a partir de cosas que en apariencia no son tan cercanas a la educación de un mexicano”.
“La temática –añadió Martínez Ayala- no es concretamente de género y sí a la vez, por todo lo que implica reflexionar en torno de cómo nos ajustamos las mujeres en la cultura mexicana, sufridas, intensas, muy exacerbadas y como la mamá es casi un símbolo patrio al cual rendir culto”.
Aunque lo anterior haría suponer que es una obra para un público adulto y por tanto sobrio, conocedor, estudioso y/o con alta cultura, los de Serpiente se lanzaron a una ruleta rusa: “
hemos hecho varias funciones con adolescentes y eso también es todo un reto, pues demanda una fisicalidad y reflexión diferente, necesitamos tener diálogo con ellos para que entiendan de lo que trata el arte y su importancia en el mundo (…) ellos ven la obra con ese tipo de guía y al final siempre hay preguntas o reflexiones muy interesantes”.
Cabe decir que “La prisa del caracol” fue presentada recientemente en el Teatro Ocampo, el jueves 8 de marzo, como parte de las actividades programadas por la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) para conmemorar el día internacional de la mujer,
“La prisa del caracol” es en realidad una obra que tiene su terreno natural en los espacios pequeños.
Sin embargo, Martínez Ayala consideró que el dar función en un espacio donde el público está lejos implicó aprendizaje: “el estar en un teatro grande fue un reto interpretativo y espacial (…) ha estado en el espacio de La Serpiente y en foros del interior del estado donde el público está muy cerca, pero el estar en un teatro fue importante debido a que eso demanda otro tipo de cosas”.