Ulises Fonseca Madrigal
El auditorio del
Centro Cultural Clavijero pocas veces se encuentra abarrotado, incluso ha tenido algunas presentaciones de libros con menos de diez personas, pero ese no fue el caso la noche de este viernes, cuando
el número de asientos resultó insuficiente para la cantidad de personas que acudieron a escuchar las anécdotas y motivaciones de Jorge Volpi.
En efecto, el escritor y actual coordinador de difusión cultural en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
vino a esta ciudad para, entre otras cosas, presentar una serie de ensayos englobados en el título de “Examen de mi padre”.
Este libro es un homenaje que el escritor hace a su padre fallecido en 2014 y,
es resultado de una decisión por evitar géneros como la biografía o la novela, para apostar en favor del ensayo: "me di cuenta que debía ser sobre el cuerpo y el modo en que él (su padre) metía las manos al cuerpo, cada capítulo está dedicado a una parte; pero me di cuenta que sí debía ser de eso pero también de las relaciones simbólicas de esas partes con lo social”.
De ese modo,
con “Examen de mi padre” Volpi se asemeja a lo propuesto por Orhan Pamuk con “Estambul. Ciudad y recuerdos”,
en el sentido de que ambos escritores toman como punto de partida sus memorias y vivencias personales (el padre, en el caso de Volpi, las calles de la infancia en el de Pamuk)
para a partir de ahí dar un salto hacia la historia, la sociedad y sus problemáticas (la degradación de México, en el caso de Volpi, la melancolía y la pobreza que ensombrecen Turquía, en el caso de Pamuk).
Dentro de esa estructura, que juega entre lo personal y lo colectivo, Volpi recalcó las referencias a su padre, pues como el propio escritor dijo, “quería que fuera sobre el carácter de mi padre; por ejemplo sus manos, el creía que las tenía de prestidigitador, pero cuando sintió que ya no tenía habilidad y decidió jubilarse, cayó en depresión”.
“Lo encontré en esa depresión (añadió Volpi) para poco a poco dejar lo que le gustaba, dejo de leer, de escuchar música y de salir.
Ese periodo de decadencia coincidió con la degradación que hemos vivido en el país desde el 2006, entonces decidí que ese libro debía ser en torno al cuerpo social”.
Para finalizar, Volpi mencionó que frente al duelo que causa la pérdida de un ser querido, existe al menos un consuelo:
“una manera de mantener vivos a quienes están muertos (de cierta manera) es escribir sobre ellos”.
Sin embargo, dijo que este libro es la culminación de un proceso, “que no deja de ser un fracaso, pues
aunque mantengamos vivos a los muertos mientras escribimos de ellos, lo cierto también es que la palabra tampoco los revive”.
(La primer parte del libro esta disponible en este link:
http://www.megustaleer.com.mx/libro/examen-de-mi-padre/MX13845)