Redacción
En
el imponente escenario del Teatro Bolshói de Moscú Rusia, la Asociación
Internacional de la Danza entregó la noche del martes (21 de mayo) a Elisa
Carrillo Cabrera el máximo galardón que se puede obtener en el mundo del
ballet: el Premio Benois de la Danza.
La
ceremonia de premiación comenzó a las 19 horas e incluyó una gala de ballet,
cuyas ganancias se destinarán a ayudar a bailarines y coreógrafos retirados en
el legendario recinto cultural, construido a finales del siglo XVIII, en
tiempos de la emperatriz Catalina “la Grande”, para mostrar lo mejor del
teatro, la ópera y la danza.
La
mexicana, nominada en la categoría de “mejor bailarina”, compartió el honor con
el resto de los ganadores del codiciado premio, creado en 1991 para reconocer
lo más destacado del mundo de la danza clásica en seis categorías: bailarina,
bailarín, coreógrafo, diseñador, compositor y trayectoria.
Carrillo,
quien tendrá una gala de ballet el próximo 2 de julio en el Auditorio Nacional
de la Ciudad de México (CDMX), fue nominada al Premio Benois de la Danza 2019
por su interpretación del personaje de
Julieta en la obra Romeo y Julieta. Esta coreografía del español Nacho Duato
fue estrenada en mayo del año pasado por el Ballet Estatal de Berlín, del que
Carrillo Cabrera es primera bailarina desde 2011.
Un premio para
México
Con
este reconocimiento, la primera bailarina del Staatsballett Berlin (Ballet
Estatal de Berlín) pone el nombre de México muy alto, debido a que es la
primera persona de nacionalidad mexicana y la única latinoamericana en obtener
los tres premios más importantes de la danza clásica: el Benois de la Danza (2019), el del
Festival Internacional Dance Open de San Petersburgo (2013) y el Alma de la Danza, el más importante del
ballet en Rusia, que rara vez se concede a extranjeros.
Al
obtener el Premio Benois de la Danza, Carrillo Cabrera se suma a una lista de
figuras distinguidas con este honor, como Alicia Alonso, Mikhail Baryshnikov,
Boris Eifman, Natalia Osipova, Julio Bocca y otros más.
En
2011 la ciudad de Berlín, donde Elisa reside, la nombró como una de las 50 personalidades
más importantes de esa urbe. Dos años después, la Cámara de Senadores de México
distinguió “su labor a favor del arte y la cultura de México”. En 2016 recibió
de la Presidencia de la República la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes,
la Asamblea Legislativa del Distrito Federal le dio la Medalla al Mérito en
Artes y el Festival Internacional de la Cultura Maya le concedió Medalla de
Oro.
En
2018 la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos
(Concamin) reconoció su trayectoria y la revista Forbes la definió “una de las
cien mujeres más poderosas de México”.
Este
año el Gobierno del Estado de México le otorgó la presea Estado de México 2018
en la modalidad Artes y Letras “Sor Juana Inés de la Cruz”, por sus logros a
nivel nacional e internacional.
Un premio en honor
a Alexandre Benois
Lleva
el nombre del multifacético Alexandre Benois (Rusia, 1870-Francia, 1960), el
cual se desempeñó como pintor, curador y crítico de arte, además de ser una de
las figuras más prominentes en la historia de la danza clásica. Algunas de sus
aportaciones a este arte fueron diseñar la escenografía o escribir el libreto
de ballets como Sherezada, Sylvia y El pabellón de Armida; realizar decorados o
vestuario para Las sílfides, Petrushka y Giselle, y contribuir a la creación de
El pájaro de fuego.
Fue
su idea llevar a la emblemática compañía Los Ballets Rusos ante el público
parisino durante la primera década del siglo XX, la cual al pasar la Primera
Guerra Mundial se trasladó a Montecarlo. También colaboró en la compañía de la
bailarina-actriz Ida Rubinstein, entre otros tantos proyectos.
Aleksandr
Nikolaevich Benois (su nombre en ruso) perteneció a una numerosa familia de
casi medio centenar de creadores entre actores, compositores, escultores y
poetas. Su abuelo construyó el Teatro Bolshoi.