Verónica
Lucio Berrocal
Fotografías
cortesía de la obra “El velorio de mi madre”
Ciudad
de México, a 17 de mayo de 2024. Con una tercera temporada, “El
velorio de mi madre” vuelve a presentarse en la Ciudad de México dentro del
Círculo Teatral, todos los martes del 7 de mayo al 25 de junio, con una
historia escrita y protagonizada por Alan Blasco, dirigida por Salomón
Mondragón y con música en vivo de JC Taylor, bajo la producción de AB
Producciones.
Esta
obra de teatro presenta una premisa marcada por temas como la discriminación a
la comunidad LGBTQ+, la muerte, los diferentes tipos de pérdidas que existen y
la figura de la madre en la vida. Para conocer más detalles tuvimos el placer
de charlar con Alan Blasco sobre su papel y de cómo surgió esta producción.
“La historia de “El Velorio de mi madre” surge porque conozco a Cynthia Klitbo, que me fue a ver al teatro y entonces me apadrinó un par de temporadas. De eso surgió una amistad. Entonces quería que le escribiera un texto basado en las vivencias de su mami, eso fue en el 2017, entonces yo le comunico en ese año sabes que yo no escribo por pedido, me salen bien feas las obras cuando es por pedido”, contó.
El
primer escrito que el artista creó de la obra tenía una base de pensamientos
profundos de lo que ambos querían contar, sus relaciones con sus madres y sus
raíces veracruzanas, ya que él es originario de dicho estado.
“Mi
madre y yo somos de Veracruz, traigo mi estado muy tatuado en la vena. Empezamos
a escribir el texto y la narrativa empezó a construir un espacio donde pudiera
abrazar la tradición del velorio veracruzano en conjunto con todas sus otras
tradiciones”.
“Este
un homenaje a nuestras madres, estas relaciones bonitas que tenemos con las
mamás, sobre todo en culturas latinas como la de nosotros, donde a la mamá se
le tienen la punta de la pirámide y en ese momento no se pudo dar el montaje”.
Luego
de ese primer borrador, Alan Blasco guardó en un baúl la historia hasta que, en
2023, lo encontró conectando con él de una forma única, que lo llevó a
convertirse en su protagonista y fortaleció el deseo de integrar el folklore
veracruzano a través de la música.
“Me
encontré con este texto en un buró mío y lo volví a releer. Siempre es fuerte
para un autor encontrarse con su propia pluma de años atrás, con la letra,
porque habitualmente una evoluciona no sólo como persona, también como creador.
Tus inquietudes son otras, mis obsesiones creativas ahorita son otras y cómo
miro el mundo y cómo me relaciono con ellas, muy diferente al de 5 o 6 años
atrás”.
“Siempre
es un poco duro, ¿no? Además, que uno a veces no es tan suave y parece súper
verdugo, pero cosa de sorpresa que me agradó el texto, me gustó muchísimo, lo que
leí y dije, «qué padre, está padrísimo». Se lo presenté a Salomón Mondragón,
que es un colaborador, un creativo con el que ya había trabajado. Le dije «A
ver, lee, me dices qué te parece» y a la mañana siguiente me dice «¿qué
es esto? Me encantó el texto, hagámoslo»”.
“Y entre pláticas cafecito, tabaco. Empezamos a decir, «oye, ¿y sí?» «¿Y si hacemos así?» El teatro en sí es inmersivo, pero ¿y si hacemos la experiencia, pues con música en vivo para acentuar un poco más el folclor del son jarocho? Así es como invitamos a JC Taylor, que también ya lo había conocido por ahí en los mismos meses”, relató.
Blasco
tomó entonces el papel de “Babilonia La Grande”, personaje principal de la
obra, una mujer trans que se desenvuelve como actriz y cantante, y que vive un
momento complicado en su vida, el cual la lleva a intentar suicidarse. En este
periodo oscuro, la noticia de la muerte de su madre llega a ella y le otorga
una responsabilidad especial, sepultarla en Tlahuaca, un pueblo cafetero del
estado de Veracruz, de donde es originaria.
Esta responsabilidad
expone a Babilonia con uno de los mayores miedos humanos: la pérdida.
“En
la obra hablamos en general del sentido de pérdida, no solamente de la pérdida
de un ser amado, que es la muerte, sino también hablamos del sentido de
pérdida, de un empleo, de un amor, de una mascota, incluso de tu propia salud
mental. Todos hemos sentido que la vida se nos va de las manos, que incluso
existencialmente nos sentimos perdidos, que no vamos, que no sabemos ni en
dónde estamos, ni mucho menos a dónde vamos. No tenemos un exceso de
pensamiento en futuro, ansiedad, exceso de pensamiento, depresión. Aquí es en
donde transita este personaje Babilonia”
“¿En cuántas otras ocasiones nos hemos sentido que nos llueve sobre mojado?, que no sales de una y te metes a otra y miras al cielo y le dices, «¿por qué Dios?, ya basta de darme tus mejores batallas» Y es lo que le pasa a Babilonia, le llueve sobre mojada, pérdida amorosa, pérdida laboral”, mencionó.
El
concepto universal de la pérdida actúa como un recordatorio de que todo lo que
tenemos puede irse en un instante. Es así como el viaje existencial de
Babilonia, la llevará a conectar con sus memorias, sus tradiciones y le ayudará
a verse a sí misma como la única persona en la que podrá contar para afrontar a
la vida.
Su
viaje se convierte también en un proceso de sanación, un apapacho, un regreso
al hogar con muchos retos y prejuicios en el que el público conocerá las tradiciones
del velorio en Veracruz y creará un vínculo con la protagonista, pues todos nos
hemos sentido perdidos alguna vez.
“El
sentimiento de la pérdida de pronto te hace querer volver a encontrarte con
aquello que en algún momento te llenó de satisfacción y te curó de alguna
manera el corazoncito. Tu nido, tu fogatita que es tu familia, que es tu tribu,
ahí es donde siempre perteneciste”.
Además
de los conceptos de la pérdida, la muerte y las tradiciones veracruzanas, esta
producción también aborda el tema de la discriminación a la comunidad LGBTQ, un
tema que trasciende la historia y ha llegado a tocar los corazones del público.
Alan Blasco nos reveló que durante las presentaciones que han tenido a lo largo
de sus tres temporadas, una de las más significativas fue la que tuvieron en
Veracruz el año pasado, ya que precisamente, la gente se fue del teatro
reflexionando sobre las vivencias de Babilonia como algo que todas y todos
pueden y han llegado a experimentar.
“El
año pasado en Veracruz, fue maravilloso, fue maravilloso porque justamente
fuimos al pueblo de donde se inspira El Velorio de mi Madre, que es un pueblo
que se llama Tlapacoyan, en Veracruz. Fue mágico lo que sucedió. Ver a gente
que era la primera vez que iba al teatro, señores de 70 y más edad, que era la
primera vez que iban al teatro y encontrarse con un personaje trans donde
impera el machismo todavía era fuerte tanto para nosotros como intérpretes como
para ellos, pero fue muy revelador que ese es el discurso más bello de la obra,
que da igual lo que haces de la cintura para abajo”.
“Todos sentimos, todos nos emocionamos. Todos atravesamos el fracaso y el éxito, la pérdida y la vida. Y eso nos vuelve humanos. Nos vuelve hermanitos. Ese es ese hilo que nos mantiene en unión y que a veces se nos olvida. Por pasarnos más en el juicio de la identidad o de lo que proyectas por fuera, se nos olvida que tenemos corazoncito, pulmones y que todos en algún momento nos va a tocar la huesuda y nos va a tocar la puerta”, concluyó.
“El velorio de mi madre” inició con sus presentaciones el pasado martes 7 de mayo y estará presentándose hasta el 25 de junio en el Círculo Teatral, ubicado en la Avenida Veracruz 107, Col. Condesa, con un costo en sus boletos de $300 (trecientos pesos mexicanos), los cuales puedes obtener en la taquilla y en el portal boletópolis.