Eduwiges Franco Estrada
Foto: tomada de Wiki commons
Con el propósito de estimular a los creadores artísticos que han contribuido al engrandecimiento de las artes en el Estado y en el país, el Gobierno de Michoacán instituyó en el año 2005 el Premio Estatal de las Artes Eréndira, que en 2019 llega a su décima quinta edición.
El objetivo del Premio es reconocer a los artistas michoacanos, mayores de 50 años y con una trayectoria de más de 10 años de trabajo en cualquiera de los ámbitos del arte.
Anualmente, la Secretaría de Cultura Estatal convoca a instituciones culturales, de educación superior, academias, asociaciones civiles, organizaciones de artesanos y dependencias de la administración pública federal, estatal y municipal para que propongan a quienes consideren merecedores de tal reconocimiento.
Y fue precisamente el Ayuntamiento de Panindícuaro quien en este 2019 postuló a uno de sus más célebres personajes, el muralista Arturo Estrada Hernández, quien nació en esa demarcación hace 94 años y fue seleccionado por el Jurado para recibir tan preciado galardón.
Red Lab tuvo oportunidad de platicar con el Maestro Estrada, quien habló sobre su vocación, su familia, su pasión, sus preocupaciones, su forma de ver la vida y sobre el acontecer actual del país.
De cuerpo espigado, con una franca sonrisa en el rostro y ataviado con una camisa bordada por manos michoacanas, Arturo Estrada llegó puntual a la cita. Una vez hecha la presentación de rigor, y sin darse tiempo para escuchar la pregunta, el maestro recordó que desde que tenía 5 o 6 años le gustaba pintar, “lo hacía en las paredes, en las mesas, en cualquier lado” recuerda y añade “entonces mi papá se salía y se iba a comprarme una libreta que yo recibía feliz”. Y satisfecho afirma “afortunadamente yo siempre conté con el apoyo de mi familia, porque no era fácil que lo dejaran a uno ser artista, pero en mi caso tuve esa fortuna”.
Arturo Estrada realizó sus estudios en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, teniendo como maestros nada más y nada menos que a Frida Kalo, Diego Rivera, José Chávez Morado y David Alfaro Siqueiros, entre otros, de los que aprendió, como él mismo lo señala, a hacer “arte público y con contenido social”.
Fue a partir de ahí y porque él siempre ha considerado que el artista debe transmitir al espectador la realidad que lo rodea, que se inclinó por el arte figurativo, mismo que ha plasmado en decenas de murales realizados en diversas ciudades del país y de entre los que sobresalen “Vida de las lavanderas”, el cual pintó en unos lavaderos públicos que se encontraban en terrenos baldíos en Coyoacán; el de la estación Centro Médico del metro de la Ciudad de México, titulado “Medicina tradicional y medicina contemporánea”; el tríptico sobre la Independencia, en el cine Narciso Mendoza de Cuautla, Morelos y "Generales de la Revolución", plasmado en su casa de Panindícuaro y que hace alusión a la participación de su padre en la revuelta de 1910, además de otros tantos realizados en casas particulares y algunos en colaboración con Diego Rivera – en el Museo Anahuacalli y en el estadio México 68 de Ciudad Universitaria-, y con Juan O´Gorman, en una residencia de la capital del país.
A pregunta expresa de porqué se inclinó por el arte figurativo respondió: “uno debe pintar los acontecimientos actuales para, por ejemplo, denunciar a los malos gobiernos, a los que roban al pueblo y no hacen nada por su desarrollo, y eso se transmite a través de un rostro, de un grupo étnico, de un sector. Hay que hacer crítica social a través del arte”, afirmó.
En lo que se refiere a la obra de caballete del Maestro Estrada, ésta empezó a exhibirse desde 1945 cuando tuvo su primera exposición individual, a la que le siguieron decenas de muestras en diferentes museos y galerías de la Ciudad de México y el país, como el Palacio de Bellas Artes y, muy recientemente el Centro Cultural Clavijero, de Morelia. En el extranjero se ha presentado en Estados Unidos, China, Canadá, Venezuela, Colombia, Bulgaria, Italia, Francia, Polonia, Rumania y Rusia.
El quinto de los 10 hermanos de la familia Estrada Hernández se muestra satisfecho por lo hecho durante más de 70 años de producción artística y con la vitalidad y sencillez que lo caracteriza se declara contento por recibir el Premio Estatal de las Artes Eréndira, que le será entregado por el Gobernador del Estado, Silvano Aureoles Conejo, y que consiste en un diploma, una medalla y un premio de 300 mil pesos.
Los otros dos recipendarios de este año son el Director Teatral Fernando Ortiz y la Artesana Alfarera María Guadalupe García Ríos, quienes recibirán el Premio en una ceremonia prevista para el jueves 10 de octubre, a las 12 del día, en el Salón Independencia de Casa de Gobierno.