Eduwiges Franco Estrada
Con el propósito
de generar experiencias inmersivas y sensoriales que produzcan un estado de
bienestar físico, emocional y mental a través del arte, nace “El Festín”,
evento que propicia una experiencia escénica pop-up que aborda el erotismo
desde la danza, el arte, la arquitectura y la gastronomía.
Se trata de una
nueva propuesta de vivir el arte que empieza con el envío de correo
personalizado que invita a un dresscode y revela la sede del evento; en
ocasiones la dirección se comparte hasta una semana antes. Al llegar los 50
comensales (público) se despojan de sus celulares, y poco a poco, son
sumergidos en un recorrido sensorial compuesto por distintas escenas a modo de
tableau vivant.
La pieza escénica
propicia, a través de la danza butoh, el burlesque y la gastronomía el goce de
los sentidos en la intimidad de espacios no convencionales.
Regularmente El
Festín concluye con una fiesta, ya que sus organizadores consideran primordial
generar espacios de convivio y contacto social íntimo.
Las experiencias inmersivas han marcado la vanguardia del arte en Londres, Madrid y Nueva York y por lo tanto, la Ciudad de México, uno de los destinos más visitados del mundo y catalogada por The New York Times como “la metrópoli que lo tiene todo”, no podía quedarse atrás.
El performance
El colectivo “La
Sociedad de Carne y Hueso” es una compañía interesada en fecundar creaciones
escénicas que abordan la experimentación interdisciplinaria, el sentido
comunitario y el erotismo. Fundada en el 2016, ha colaborado con artistas
visuales y escénicos de Argentina, Japón y México. Sus producciones han
recibido apoyos institucionales de fondos nacionales e internacionales; pero
también de patrocinios y alianzas comerciales.
A tres años de
su creación y con más de 12 presentaciones, entre ellas Kyoto (2017), El Festín
no ha dejado de reinventarse. A lo largo de este tiempo, ha generado un público
cautivo que asiste frecuentemente a tan singulares experiencias.
Arte y diseño
Cada experiencia
tiene un concepto propio partiendo de la fecha y el sitio específico. La dirección de arte estudia las
posibilidades arquitectónicas de cada espacio y desarrolla una propuesta
particular. La dirección escénica adapta, traza y crea también in situ
permitiéndose transformar por los espacios, la retroalimentación del público y
las oportunidades de nuevas colaboraciones creativas.
El vestuario es
una colaboración creativa entre la diseñadora mexicana Marika Vera, quien es
reconocida por explorar la sensualidad como herramienta de empoderamiento
femenino; y la vestuarista de cine y teatro, Adriana Olivera, cuya trayectoria
la ha hecho merecedora a un premio Ariel.
Gastronomía
A fin de que la
comida y degustación sean parte de la exploración sensorial y erótica, se
trabaja de la mano de restaurantes, chefs y proyectos gastronómicos como The
Hidden Kitchen.
Arquitectura
Para realizar
“El festín”, se mantiene una búsqueda constante de lugares que permita
encontrar sitios poco convencionales y de ubicación secreta, lo que ha
permitido que se lleve a cabo en hoteles boutique, casas privadas, lofts y
hasta edificios completos. La próxima experiencia será dentro de un misterioso
edificio ubicado en el corazón de la colonia Roma.
De acuerdo a lo
señalado por “La Sociedad de carne y hueso”, “El Festín” es la única
experiencia que combina danza, gastronomía, erotismo, arte y fiesta, impulsando
nuevas formas de hacer arte en México.
Así que, si está
de visita en la Ciudad de México es probable que le toque vivir la experiencia
de “El Festín”, que utiliza como hashtag
#seguimosexplorando.