“Mi dibujo trata de una especie de infierno contemporáneo”
Ulises Fonseca Madrigal
Una catarsis personal que al mismo tiempo hace referencia a la actual sociedad de consumo, es lo que motivó el surgimiento de “La Sociedad Internacional para la Supresión de las Costumbres Salvajes” una intervención de dibujo realizada por el artista michoacano Salvador Jacobo que actualmente puede verse en el Centro Cultural Border, de la Ciudad de México.
Como explicó el artista, el título hace referencia a una organización mencionada por Joseph Conrad en “El corazón de las tinieblas”, obra literaria que habla sobre el colonialismo y la depredación, cuestiones que el creador dice ver vigentes en pleno siglo XXI. Para dar cauce a esas ideas, el autor recurrió a diferentes elementos gráficos que enlazo mediante el dibujo.
Esa intervención fue realizada con acrílico negro y estará sobre una pared del Border hasta febrero, por lo que aún hay oportunidad de apreciarla. Pero antes de que la visiten, les presentamos aquí esta una entrevista con Salvador Jacobo, en la que habla sobre la intervención, el proceso creativo y lo que siente con respecto al dibujo como técnica creativa.
Háblanos sobre la intervención y cómo se originó la idea
La intervención tiene por nombre “La Sociedad Internacional para la Supresión de las Costumbres Salvajes”, es un título que desde hace algún tiempo me ha obsesionado, ya que siempre me pareció bastante sugerente. Proviene de “El Corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad, libro que habla acerca de la colonización en el África del siglo XIX y narra la travesía del hombre blanco hacia el corazón del Congo como un descenso al infierno, poniendo en entredicho la labor civilizadora de la cultura occidental y la idea de progreso como ideas que justificarían la destrucción de las culturas nativas, la apropiación y saqueo de un continente entero.
En fin, en el libro se menciona esta “Sociedad Internacional para la Supresión de las Costumbres Salvajes”, para la que el personaje principal tiene que escribir un informe de la campaña civilizadora. De algún modo mi intervención de dibujo hace uso de estos elementos temáticos, también resinificándolos en el contexto de la era neoliberal en que vivimos, asumiendo que esta “sociedad internacional” o trasnacional tiene hoy mas vigencia que nunca, es más inhumana y opera mediante la producción sistemática de crisis, guerra y terror. Mi dibujo se trata de una especie de infierno o inframundo contemporáneo.
Pero también da espacio a que el espectador le otorgue otras lecturas
Se trata de una obra abierta en la que el sentido siempre está determinado por la construcción espontánea de formas, esquemas, trazos, que surgen inconscientemente, sin la interrupción del pensamiento discursivo. Aunque no todo es azaroso, conforme voy dibujando también me doy cuenta de donde poner ciertos elementos o donde equilibrar con espacios vacíos, sin dibujo.
¿Cómo fue el proceso creativo?
La intervención es un intento de construir un dibujo mediante la improvisación y la conjunción un tanto anárquica de elementos aparentemente inconexos, que dan forma a un paisaje enrarecido mediante imágenes y formas tomadas de una especie de catálogo personal, cuadernos de apuntes, periódicos, cómics, manuales de anatomía, catálogos de animales e insectos y la ejecución espontánea (en el momento) de signos, huellas y textos diversos; todo como un ejercicio catártico y liberador.
Al tratarse de una improvisación hay espacio para toda clase de elementos absurdos, sin sentido, o que no necesariamente tienen que ver con el tema principal. En mi dibujo intento dar cabida a lo no estructurado, lo caótico, las formas automáticas que se amontonan unas al lado de otras.
Esta forma de trabajar va dirigida a crear un dibujo en el que hay varias lecturas, y por lo tanto varios tópicos o puntos de encuentro entre pensamientos o ideas donde ocurren situaciones diversas simultáneamente, como en “El jardín de las delicias” del Bosco.
¿Por qué recurrir al dibujo como medio principal?
El dibujo es para mí un medio líquido que como el agua puede tomar diversas formas; un flujo inmediato entre lo que está en la mente y lo que dibujamos, en el cuál el contacto entre un fenómeno o una imagen y la reacción ante estos no es roto por el pensamiento discursivo. Dibujar es un proceso, un flujo de posibilidades infinitas que no se detiene, que evoluciona constantemente.
Para mí un dibujo únicamente puede llevarse a su extremo, pero nunca puede darse por terminado, ya que es un acto continuo, diario. Dibujar es equivalente a pensar. Pensar es aprender a ver de nuevo, dirigir la propia conciencia, hacer de cada imagen un lugar privilegiado. El acto de dibujar implica una nueva inocencia de percepción, liberada de todas las creencias prefabricadas y aceptadas social, cultural e históricamente.
Por otro lado, ¿qué proyecto tienes en puerta?
Con el mismo título de “La Sociedad…” tengo otros dibujos y un cómic de 50 páginas, que tratan más o menos de lo mismo, y que aunque no fueron hechos como una serie o como parte del mismo proyecto, creo que presentados juntos, el comic y la intervención sobre pared, podrían tener mucho sentido y se darían más potencia uno al otro.
Este cómic forma parte de una novela gráfica en la que he trabajado casi tres años llamada “La mala senda”, aun sin publicar. Este es el proyecto al que intento dar salida actualmente, mediante una pequeña editorial de autoedición llamada “Mono Ebrio” en la que trabajo con Nurivan Viloria a paso muy lento.
También quiero organizar una exposición con un montón de trabajo que tengo guardado de años y con todo lo que realice durante el 2016. Pero ha sido difícil encontrar un espacio en Michoacán, en parte porque las políticas culturales del estado marginan la producción artística de la gente joven, hay muy pocos espacios interesados; y también porque aún no me he dado a la tarea de salir a buscar o a organizar alguna presentación.
Semblanza del artista
Salvador Jacobo nació en Morelia, Michoacán, en 1985. Es egresado de la licenciatura en Artes Visuales de la ENPEG “La Esmeralda” (2005- 2009). Ha expuesto de manera individual en dos ocasiones: Mil jardines ocultos (Morelia, Mich., 2013) y Mil jardines ocultos (México, D.F., 2012). Recibió la beca Jóvenes Creadores del FONCA en la disciplina de Narrativa gráfica en la emisión 2015-2016; realizó la residencia para creación de novela gráfica en La maison des auteurs (Angouleme, Francia, noviembre de 2014- febrero de 2015); obtuvo mención honorífica en el XXXIV Encuentro Nacional de Arte Joven de Aguascalientes 2014, así como la beca Jóvenes Creadores del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Michoacán (PECDAM) en la emisión 2011-2012.
Ha participado en diversas exposiciones colectivas, tales como Mundos imaginados (galería de “La Esmeralda”, 2015); Autores en residencia en la Maison des Auteurs (Angouleme, Francia, 2015); Los ojos de la crueldad (Museo Nacional de San Carlos, México, D.F., 2014); Salón Acme (México, D.F., 2014); Invenit Mundi (Galería José María Velasco, México D.F., 2014); Yo Contenido (Tijuana, Baja California, 2013), entre otras.