Luis Gabino Alzati
Morelia, Michoacán, a 6 de abril de 2020.- Esta semana es clave para conocer si los fideicomisos de cultura, que puso en el paredón el decreto presidencial, sobrevivirán o serán parte de las acciones arrasadas por la COVID-19.
El anuncio de la inminente extinción del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FoNCA) y otros fideicomisos como Fidecine ha generado polémica entre la comunidad artística y cultural del país. Por un lado, hay opciones a favor de su desaparición ya que lo consideran un mecanismo elitista e insuficiente para incentivar la creación y producción artística. Por el otro, hay quienes afirman que se debe fortalecerlo ya que se trata de uno de los aciertos de la política pública cultural mexicana y es un ejemplo a nivel Latinoamérica.
En este tenor se encuentra el escritor Edgar Omar Avilés, quien sostiene que “no podemos dejar perder el FoNCA. Hay que reconocer los errores de los gobiernos anteriores, pero también sus aciertos y el FoNCA fue un gran acierto. Es una institución ejemplar a nivel Latinoamérica. Nuestros creadores necesitan tener algún estímulo para sobrevivir, México no ha generado un mercado para la creación, por supuesto la poesía, la narrativa, el teatro, el guion, todas son ramas que penden de una soga y dejar de dar esos estímulos sería romper esa soga.
“El 15 de abril tiene que ser un día en donde tengamos la certeza de que el FoNCA continuará y no podemos darnos el lujo de perderlo. El arte y la cultura son una de las mejores inversiones que hay en un país. Si cuantificamos a nivel emocional, cultural educativo y económico cuánto dejan nuestros creadores, de manera tangencial por supuesto, por ejemplo la semilla que siembra un libro y cómo se reproduce no se puede cuantificar. Si no apostamos por educarnos y poner un pequeño porcentaje del PIB a nuestros creadores nos condenaremos a ser un país en quiebra intelectual.
Avilés considera que dentro de las y los beneficiarios del FoNCA a lo largo de sus dos décadas de existencia se encuentra una comunidad agradecida por el apoyo institucional: “Jóvenes creadores es un auténtico espaldarazo para motivarnos a seguir creando en el momento correcto, porque el gobierno te dice sigue creemos en lo que estás haciendo y te fortalecemos para que puedas darnos obra al país”.
En otro tono, Jesús Pimentel Melo, guionista y director de Cine Qua Non Lab, residencia creativa de guion independiente con amplio reconocimiento internacional, afirma: “Creo que es un fondo cooptado desde hace mucho tiempo por un grupo que gusta de otorgarse las becas mutuamente. Habrá que evaluar para qué se rescataría o si se precisa de una evolución hacia una figura menos elitista y más accesible para artistas que no vivimos en la colonia Roma o Condesa.
“O crear otro que sea más abierto a todos los artistas, ese fondo está muy manoseado, mientras otros tenemos que emigrar por falta de oportunidades, el mismo grupo de toda la vida sigue obteniendo esas becas sin aportar absolutamente nada de obra que tenga algo de mérito”.
Por su parte, la violista Lucía de la Serna señala que adoptar una postura a favor o en contra de la extinción del FoNCA es complejo: “Por un lado sí fomenta la creación y representación de obra artística. Pero también es cierto que se ha vuelto un coto, no necesariamente de poder o amiguismo, sino de quienes se han profesionalizado en la gestión cultural (que tampoco implica un resultado artístico notable). También es cierto que el acceso a sus apoyos está limitado por aspectos económicos, sociales y que al ser por concurso, necesariamente pasa por un tamiz que ha sido cuestionado frecuentemente.
“Ahora bien, en México no existe un mercado cultural suficientemente desarrollado como para que muchos artistas puedan vivir de vender su producción, así que las becas y apoyos mitiga esto hasta cierto punto. Lo más deseable sería, desde mi punto de vista, que su funcionamiento sea de una transparencia intachable”.
Otra creadora que pidió no ser citada comenta: “Creo que sí hay mucho que arreglarle al FoNCA para que estuviera más conectado con las diversas comunidades a las que pertenecen los artistas. En los estados hay mucha queja porque se sienten excluidos. Cuando doy clase siempre me dicen los chicos que sienten que están en desventaja (con las y los creadores de Ciudad de México).
“Me parece muy bien ya que el recurso que te otorgan es una oportunidad para darle un empujón a la chamba, me parecería mal que otras personas no puedan tener esta oportunidad en el futuro, y aunque entendería que ahora por la emergencia se tomaran medidas, no creo que la solución sea extinguirlo.
Recordó que hace meses se convocó a creadoras y creadores de todo el país para elaborar propuestas en un ejercicio llamado FoNCA para todos, pero al día de hoy no se han considerado ningunas de esas reflexiones.
Otro sector de creadores de diversas disciplinas envió este fin de semana una carta al Presidente Andrés Manuel López Obrador con atención a las secretarías de Cultura y Hacienda para defender la vigencia del FoNCA y exponen entre otras cosas lo siguiente:
"Esta carta agrupa muchas firmas: las de promotores y artistas; las de intelectuales y gestores; las de micro, pequeños y medianos empresarios de las artes, la cultura y las industrias creativas; las de trabajadores y profesionistas independientes de esas industrias; las de ciudadanas y ciudadanos que no tenemos otro vínculo con ellas que el que acaso sea el último y más importante: el de públicos.
”El Fonca ha acusado desde siempre un marco normativo frágil, sin mayor andamiaje institucional que un mandato depositado en Banamex. A pesar de carecer de certeza jurídica, desde su creación ha funcionado de manera ininterrumpida y con razonable solvencia. Hace unos meses, ya durante su Presidencia, conoció una crisis política mayúscula; sin embargo, cabe decir que salió fortalecido de ésta pues, ante ella, las autoridades de la Secretaría de Cultura se esforzaron por transparentar aún más su operación y por diversificar su padrón de beneficiarios, aun pese a una arquitectura jurídica que de origen se antoja pobre, apresurada y endeble, y cuyas limitaciones quedan en evidencia hoy que su existencia misma está en entredicho”.
Algunos de los firmantes de esta carta Arturo Rípstein, Marina de Tavira, Daniel Giménez Cacho, Alejandro Magallanes, Jaime Chabaud, Ana Elena Mallet, Alberto Estrella, Blanca Guerra, Carlos Hagerman, Cuauhtémoc Medina, Déborah Holtz, Hilario Galguera, José Wolffer, Moisés Rosas, el Ensamble Tambuco, Mónica Dionne, Nailea Norvind, Foro Shakespeare, Orly Beigel y Susana Zabaleta, entre otros.
Por su parte, Sergio Mayer Bretón, Presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados sostuvo que los legisladores buscarán que “en las reformas que estamos elaborando mediante parlamento abierto, se incorpore al FONCA en la Ley General de Cultura y Derechos Culturales y, particularmente, también reforzaremos la comunicación con el Gobierno Federal, en especial con las Secretarías de Cultura y de Hacienda y Crédito Público, así como de Economía, para establecer puentes con el sector privado que permitan generar condiciones de apoyo a la comunidad artística y cultural”.
El secretario de la misma Comisión Hirepan Maya consideró que “sería terrible que desapareciera sin tener una alternativa y ésta podría ser una ley para el bienestar de los artistas porque no se les puede dejar desprotegidos, y se les debe priorizar como ha sucedido con otros sectores del país”.
Lo mismo ha sucedido con otros fideicomisos como Fidecine, que ha puesto de cabeza a la comunidad e industria cinematográfica del país puesto que las y los realizadores, productores, actores y guionistas afirman que se desplomará ña producción y la calidad de las películas mexicanas como sucedió en las décadas de los 70 y 80.
En este sentido, diversas fuentes consultadas nos informan que la Secretaría de Hacienda está en valorando con sus pares de Cultura las alternativas que hay para mantener vigentes los fideicomisos del sector, uno de los que más se ha solidarizado con el gobierno y la sociedad mexicana en esta contingencia sanitaria.