Ulises Fonseca Madrigal
La historia de un niño sicario y la de un hombre que luego de pasar una existencia estática finalmente se decide a hacer algo extraordinario, son las propuestas con las que ha proseguido el Festival/ Gira de Monólogos “Teatro a una sola Voz”, presente por estos días en Morelia.
Saiyajín trágico
“Kame hame ha” es un texto escrito en su momento por Jaime Chabaud que decidieron montar el director Daniel Patiño, la asistente Julia María Tesla y el actor Alex Morán, para quien la dramaturgia “es muy clara, directa y comprometida con la sociedad”.
No es para menos al considerar que se trata de la historia de Benito, un adolescente de 14 años, quien gusta mirar Dragón Ball y que es originario de lo que bien podría ser cualquier ciudad perdida en nuestro país: un cinturón de miseria donde se vive hacinado, sin servicios, sin trabajos decentes (entiéndase esto como un trabajo donde no se explote a la gente por más de 12 horas y sea bien remunerado), con malas dinámicas de convivencia familiar y un pobre educación.
En medio de dicho contexto, Benito se convierte en soldado del crimen organizado, cuyas estructuras escala desde halcón hasta sicario, un niño que presume de haber matado a siete personas y que se enreda con la corrupción y brutalidad policial.
Para dar vida a ese universo sórdido, presente en cualquier ciudad del país, Alex Morán apuesta enteramente en el lenguaje corporal para construir espacios como la cárcel, un atraco fuera del banco, los secuestros y las vivencias de cinco personajes.
Para generar lo anterior, Patiño, Tesla y Morán se lanzaron a un periplo de investigación que de ningún modo los dejó inmune anímicamente, pues como refirió el actor “fue un proceso complicado porque a la hora de construir éstos personajes había que entender primero el contexto en que viven, es una patada a la cabeza y al corazón pues tuvimos que estar muy cerca de contextos de violencia (…) caemos en cuenta que todo comienza en el núcleo familiar”.
Alex Morán añadió también que el monólogo comenzó a ser trabajado en noviembre de 2014 para ser estrenado en agosto de 2015, “fue un proceso de investigación, tanto para abordar el tema como la puesta en escena y la plástica, llevamos 23 funciones y un par de temporadas más las que se han sumado en la gira”, mencionó el intérprete al respecto.
De la inmovilidad al arrojo
Un día antes, el actor Luis Eduardo Yee recreó en el monólogo “DHL” la historia de Félix, un repartidor que siente una gran comodidad al estar en un trabajo que no le exige mucho y tener a su lado a Rosa. Se trata de un personaje caracterizado por un completo conformismo, quien se asume corto de intelecto y sin interés alguno por conocer cosas más allá de su mundo.
Pero las cosas comienzan a cambiar poco a poco para Félix, primero de forma sutil con sueños extraños donde su cuerpo se transfigura en objetos o elementos, situados a grandes alturas, lo cual es extraño para este hombre que teme de manera desaforada despegar los pies del suelo, pero luego llega un punto de quiebre cuando un paquete con carácter de urgente debe ser entregado a una dirección desconocida, a partir de eso, el mundo conocido de Félix comienza a derruirse.
Aunque podría suponerse que la pretensión de éste monólogo fue hacer crítica, ya sea al conformismo social o a lo tóxico que puede resultar habitar una zona de confort, Yee menciona que esta “no fue una ambición mía a la hora de escribirlo, es decir, pienso que el teatro desde la creación es unilateral, no me detuve a pensar en los posibles alcances temáticos que podría tener la obra, solo quise hacer un personaje particular”.
Sin embargo, el actor menciona que sí ha habido personas que leen la obra como un impulso a evitar el conformismo, “pero son conexiones que hacen los espectadores, para mi es la historia de un hombre que logra hacer algo extraordinario sin saber que lo podía hacer”.