Los platillos fueron acompañados por tortillas de maíz blanco y maíz morado este ultimo se destaca por ser el más suave y el adecuado para la elaboración de atoles.
Los atoles brillaron por sus sabores originales y consistentes, como el de pinole, tradicional en la zona purépecha y de consumo diario. Jaime Ferreira destaca que una de las vivencias que promueve Imeri Pambiri consiste en llegar con las cocineras tradicionales las cuales ofrecen gorditas de frijol o haba con atole de pinole, como parte del desayuno.
El atole de tamarindo es popular en las bodas de Cherán o Pichátaro, el cual es entregado a los padrinos de los novios ya que al día siguiente la novia tiene que ofrecer atole blanco a sus comensales, como dicta la tradición.
El atole de zarzamora también es elaborado con mayor fuerza en la Meseta Purépecha como Tarecuato y Zamora siendo elaborado durante la temporada fuerte de este fruto.
El atole de nurite fue el que destaco por su originalidad y sabor, siendo una planta endémica de Michoacán es conocida por su uso en té o remedios caseros. El nurite solamente crece a 6 mil metros sobre el nivel del mar, y el localidades como Angahuan, Turícuaro y Aranza, que son zonas frías de Michoacán. El atole de nurite tiene un sabor picoso y se acostumbra comerlo como postre acompañado de calabaza en piloncillo
Cabe señalar que el Espacio Cultural Alternativo La Junglería, ofrece a diario pulques y curados, además de diversos mezcales y comida tradicional.