Texto: Luis Gabino Alzati y Ulises Fonseca
Fotografía: Rodolfo García
En el Templo de Nuestra Señora del Carmen, la segunda presentación de Sinfonieta FMM no dejó lugar a dudas de que esta propuesta del Festival de Música Miguel Bernal Jiménez (FMM) es fuerte y augura proyección para sus participantes, esto luego del concierto ofrecido esta noche en el mencionado recinto.
Con la dirección de Juan Felipe Molano, la Sinfonieta FMM deslumbró a los asistentes a su concierto, el primero que tuvo con formación orquestal, acompañada por la precisa interpretación del joven violonchelista John-Henry Crawford -ganador del IX Concurso Internacional de Violonchelo Carlos Prieto, llevado a cabo en agosto de este año- quien expuso nuevamente su calidad interpretativa al ejecutar el “Concierto para Violonchelo y Orquesta” del maestro Federico Ibarra, quien estuvo en primera fila.
De
hecho, Federico Ibarra había externado de manera previa confianza en
la calidad interpretativa del joven ejecutante, “su nivel es muy
grande”. No es para menos, ya que al final hubo una ovación
contundente y el solista regaló en reciprocidad la pieza “Song of
the Birds”, de Pablo Casals. El programa incluyó también la
obertura de “Las bodas de Fígaro, K92”, de Wolfgang Amadeus
Mozart; la “Chamber Symphony”, de John Adams; así como la “Suite
Reisado do Pastoreio” de Óscar Lorenzo Fernández.
Cabe mencionar que, si bien el proyecto tuvo su debut el lunes 18 de noviembre, en aquella ocasión lo hizo con ensambles, mientras que este miércoles fue su primera aparición como orquesta de cámara, con sus 38 integrantes, los cuales proceden de 8 diferentes países del continente americano.
Sobre este proyecto, el compositor e integrante del Consejo directivo del Festival, Ricardo Gallardo, afirmó que la Sinfonieta FMM “es una consecuencia de muchos factores, tenemos dos años trabajando en el proyecto, no es fácil integrar una convocatoria para jóvenes para que vengan a trabajar en condiciones de tiempo limitadas y con muchos retos; sin embargo, cada vez era más urgente la necesidad de crear un brazo del Festival que fuera educativo, no podíamos hacerlo sin dejar de arriesgarnos porque es un proyecto demasiado grande”.
Gallardo hizo énfasis en que mediante esta iniciativa, el Festival se aventuró en su apuesta por la formación artística local, nacional e internacional: “al organizar un grupo de jóvenes profesionales para integrar una orquesta que fuera a la vez taller de especialización y darles una plataforma de presentación”.
En este mismo tema, Federico Ibarra comentó que el hecho de que el FMM haya tomado un reto como la Sinfonieta “me parece que puede ser muy productivo y puede dejar cimentadas cosas para un futuro del propio Festival y de la propia ciudad de Morelia”.