Ulises Fonseca
Digna de una observación detenida, la expo
“Historias opuestas” tiene ocupada actualmente la planta baja del
Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ), recinto donde permanecerá hasta el 26 de agosto próximo.
¿Por qué habría de asistir el visitante a esta expo?, una posible respuesta resultaría tan sencilla como lo siguiente: para tener una experiencia estética propia; esto puede resultar muy genérico quizá, pero no deja de tener sentido frente a una muestra que ha generado reacciones opuestas desde que fue abierta: mientras unos asistentes la alabaron, otros no le encontraron sentido, mientras que un tercer grupo no sintió particular atracción.
Sin embargo, para ser más justos habría que ver lo que señaló el creador de las obras, que
en su totalidad suman 22 piezas y que, según lo expuesto por el propio artista, dan cuenta de un trabajo creativo de cuatro años.
El artista en cuestión es
El Nacho –así autodenominado- , un hombre alto y robusto que radica en el paradisíaco San José del Cabo, lejos de su originaria –y nada pacífica- Ciudad de México. En dicho lugar es donde creó las diferentes colecciones que a su vez componen la expo montada en el MACAZ:
“Ritos y tradiciones”, “Travesías evidentes”, “Odile” y
“Panoramas de meditación”.
De acuerdo a El Nacho,
“cada grupo tiene su propia narración, no hay un discurso conjunto, remiten a diferentes historias de carácter personal, líneas de pensamiento y experiencias que estuve viviendo a lo largo de esos cuatro años”.
Un ejemplo de ello es
“Odile”, una colección que surgió luego del desastre que implicó la llegada del huracán homónimo a San José del Cabo en septiembre de 2014, tocando una ciudad que, como dijo El Nacho “al no estar bien equipada en logística de emergencia llevó a comportamientos viscerales que fueron contraproducentes para la recuperación”.
Con respecto a
“Panoramas de meditación” es una serie con evocaciones a la pintura unie japonesa, con obras que transmiten de manera simultánea confusión y tranquilidad;
“Ritos y tradiciones” es una crítica a las imposiciones de la religión, pues la entiende como un sistema que busca crear personas seguidoras y sin pensamiento propio; por último,
“Travesías evidentes” presenta obras en gran formato donde la apuesta es a la posibilidad del movimiento perpetuo, a pesar de los aparentes obstáculos.
Un elemento destacable en varias de estas colecciones está en el uso de la arena, ya sea en la forma de plastas para reforzar el sentido de destrucción dejada por el huracán, en el caso de “Odile”, o bien como una base negra e inescrutable sobre la que se mueven pensamientos pequeños y finitos, para el caso de “Ritos y tradiciones”. También es de destacar los contrastes que hay entre la fiesta explosiva de color en “Travesías evidentes” y la suavidad de “Panoramas de meditación”.
Por supuesto, los conceptos anteriores son expresados mediante la abstracción, de manera que cada persona podrá adentrarse y obtener conclusiones totalmente personales, muchas de las cuales serán opuestas entre sí, irónicamente, como el título de la exposición misma.
Aún hay tiempo para ir a visitar “Historias opuestas”, pues cabe reiterar que la expo habrá de estar disponible hasta el próximo 26 de agosto.