Verónica
Lucio Berrocal
Fotografías
cortesía de Astillero Teatro
Ciudad
de México, a 11 de noviembre de 2024. Los próximos 16 y 17 de noviembre,
el Teatro del Pueblo recibirá las últimas funciones de “Pili y Pillo”, la nueva
producción teatral de la compañía Astillero Teatro, donde a través de la combinación
de la técnica de títeres de mesa y la adaptación de una narrativa sensible se
abordan temas complejos como la orfandad y el abuso infantil desde la
perspectiva de la niñez.
Para
conocer más acerca de esta puesta en escena nos reunimos con su director
Oswaldo Valdovinos, quien nos contó más sobre cómo surgió esta propuesta escrita
por Yarazai Simbrón, como resultado del laboratorio multidisciplinario “Miradas
desde, entre y hacia nosotros”:
“Este
proyecto es el resultado de una residencia artística que Astillero Teatro tuvo el
año pasado en el Centro Cultural Helénico con el tema de “la orfandad a partir
de la ausencia”, entendiendo como orfandad cualquier situación que impida a los
padres o a los cuidadores estar con los niños.
De ahí
impartimos un laboratorio interdisciplinario donde invitamos a gente de letras,
de música, de teatro, de títeres para hacer una exploración sobre este tema. De
este laboratorio surgieron una serie de propuestas, de las cuales una llamó
nuestra atención como compañía”.
Luego de
esta primera parte, el proyecto tomó una responsabilidad en contar una historia
que tuviera como protagonista una pequeña niña llamada Pili y que fuera, precisamente
desde su perspectiva, que el público conociera un tema tan delicado como el
abuso sexual a infancias.
“[La
obra] va sobre la violencia sexual contra los niños. Es la historia de Pili,
que es una niña de 9 años que queda al cuidado de sus tíos porque su mamá tiene
que ir a trabajar a la ciudad.
La
historia se desarrolla en un entorno rural, entonces Pili en esta casa de los tíos
conoce a Pillo, que es un armadillo, que además de que se vuelve su amigo, pues
también se vuelve su confidente de estas situaciones que empieza a vivir con el
tío, desde que éste le abre la puerta cuando está dormida, hasta ciertas
miradas y situaciones donde está demasiado cerca de ella”.
La
amistad entre los protagonistas está llena de simbolismos, como por ejemplo los
“depredadores” que los acechan se convierten en una metáfora sobre las realidades
de muchos niños que viven situaciones de abandono y violencia.
No obstante,
a lo largo de su trayectoria Astillero Teatro ha encontrado un equilibrio entre
la temática y la manera de contárselas a las infancias y hacer reflexionar a
los adultos. Sobre esto Valdovinos nos comentó:
“De
entrada nosotros nos hicimos el planteamiento de que es importante hablar del
tema porque es más importante creerles a los niños. Entonces de ahí lo que
hicimos nosotros fue pedirle a la dramaturga que la historia se contara desde
el punto de vista de Pili.
Tuvimos
que encontrar un lenguaje que fuera accesible para ellos [las infancias] y
entonces ya lo que llevamos a la puesta en escena, pues tratamos de equilibrar
toda esta parte. Entre la divertida relación entre Pili y Pillo, y esta parte
más o menos densa, lo cual no quiere decir que le restemos importancia o
seriedad al tema.
La
ventaja que tenemos es que esta sería más o menos la tercera o cuarta obra donde
hemos tratado temas sensibles”.
Anteriormente,
esta productora ha trabajado con temáticas sensibles como el duelo y la pérdida
de un padre, las consecuencias del bullying, el alcoholismo y el deterioro ambiental,
siempre teniendo en cuenta que estas historias tengan lenguajes apropiados para
llegar no solamente a los niños, sino también a los adultos.
Por
otro lado, el director, y también dramaturgo, nos contó que luego de las primeras
funciones de “Pili y Pillo” se entregaron algunas encuestas para saber las
opiniones de las y los espectadores e invitar a alzar la voz en caso de vivir
una situación similar:
“Nosotros
entregamos unas encuestas para saber qué fue lo que les pareció y en esas
encuestas, pues varios niños vertieron su opinión en el sentido de que “qué
bueno que hablemos de estos temas para que los adultos les crean ciertas
situaciones que pueden estar viviendo” y por parte de los adultos también
decían que “qué bueno que abordamos esta situación”, porque les ayuda a
explicar ciertas situaciones que pueden surgir y de cómo hablarles acerca del
tema.
Otra
de las responsabilidades que tenemos como compañía al plantear estos temas es
que al final de la función damos el nombre de una organización que se llama: “yositecreo.org.mx”,
donde si alguien conoce a un niño que esté en esa situación, pues pueden acudir”.
En la historia
también podemos encontrar diferentes voces, desde la de Pili y Pillo hasta la
de la tía de la pequeña que muestra otra parte de lo que es enfrentar el abuso infantil
cuando el agresor es un familiar. Para dar cabida a esta diversidad de voces
fue necesario que tanto las actrices como el texto fueran adaptándose, de esto
Valdovinos nos comparte que:
“Lo
más importante fue darle la voz a Pili y también a su tía, sobre todo cuando Pili
trata de comunicarse con ella para darle ciertos avisos de la situación que
está pasando. Es muy fácil criminalizar y decir que la tía tuvo la culpa por no
haberle hecho caso en su momento a Pili, pero no se puede dejar de lado todo el
contexto en el que vive la tía, la educación que trae detrás y la situación que
vive con el marido, porque entonces se podría haber llegado a interpretar en
ciertos momentos que incluso la tía es cómplice por omisión.
Una de
las partes que cuidamos fue que finalmente la tía no tiene la experiencia de lo
que es la crianza de un niño. Entonces hay ciertas señales que quizás puede
pasar desapercibidas o no las puede captar en el momento, pero si no es por la
intervención de la tía al final de la obra Pili hubiera terminado en otra
situación.
Eso
fue uno de los aspectos que consideramos mucho en la puesta en escena, para eso
fue fundamental el diálogo con las actrices para ver cómo se podrían resolver
ciertas situaciones y cómo se podían plantear o modificar un poco del lenguaje de
la dramaturgia para hacerlo más accesible a los niños”.
Una
narrativa con una temática tan sensible se une a una propuesta escénica
interesante donde los títeres de mesa combinan el realismo con lo simbólico,
creando una experiencia teatral que cautiva a partir de una escenografía
minimalista, elementos visuales y música original.
Su música
es completamente original y posee influencias de trova, jazz y rock, y juega un
papel crucial en la narrativa, creando momentos emotivos que van más allá de
las palabras.
“Nosotros
normalmente en casi todas nuestras obras manejamos música original porque
entendemos que es un lenguaje que va a apoyar y a contribuir para enriquecer la
puesta en escena. En este caso se decidió después de platicar con el músico,
que las influencias iban a ser el son jarocho, no en el sentido de que vamos a escucharlo
en escena, sino que tiene que ver con la instrumentalización, el color de la
música y el tono.
Entonces
lo que se plantea en la música, pues son estos momentos, estas etapas que tiene
Pili, desde que es una niña alegre hasta que va cambiando su comportamiento y llega
un momento en el que es una Pili completamente diferente, eso se ve radicado en
la música, que básicamente se puede decir que está instrumentalizada a partir
de guitarras, ciertas percusiones, algunos efectos sonoros, sobre todo en la
creación de ambientes para las incursiones del tío, y al final de cuentas, pues
hay un retorno a la esperanza.
Para
nosotros es muy importante que, a pesar de esta situación, la obra finalice con
esa esperanza en un porvenir mejor”.
Esta
esperanza se junta con las reflexiones que todo público puede realizar a partir
de la puesta en escena, que nos llama a prevenir el abuso infantil y unir fuerzas
para que nuestras infancias siempre puedan alzar la voz.
Las últimas funciones de “Pili y Pillo” se harán el 16 y 17 de noviembre en punto de las 13:00 horas en el Teatro del Pueblo, ubicado en República de Venezuela 72, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Y sus entradas pueden ser adquiridas en la taquilla y en la plataforma Ticketmaster.