Redacción
Pasar de la crítica a las instituciones a la propuesta, es quizá el modo más ilustrativo de explicar el modo en que surgió y ha crecido el
Nano Centro Cultural M, un espacio situado justo a un lado de un icónico monumento moreliano, que entre otras cosas, ofrece música, artes plásticas y escénicas en la forma de talleres, exposiciones y conciertos.
Uno de los impulsores del espacio es Rodrigo Siller, quien expresó que en efecto, “
una de las partes más importantes de un centro cultural es ofrecer cosas de todas las ramas de la cultura, en ese sentido los viernes está dedicado a mostrar el talento michoacano y moreliano en la música, mientras que de lunes a jueves tenemos una serie de talleres, la mayoría enfocados en la plástica”.
Dentro de esa vertiente de formación artística, añadió el promotor, hay talleres para niños, en dibujo y fotografía, impartidos por
Mónica Vallarino y Alex Guerra, pero además, dijo, “tenemos un
taller de música que ofrece
Daniel Olmos y dentro de poco abriremos un taller en
historia del arte, que dará
Mayte Acosta, también planeamos un
taller de literatura con
Neftalí Coria” dijo Siller.
Exposiciones y conciertos
Ahora bien, a la par de los talleres, el espacio ofrece
exposiciones, como lo es
“De lo conocido a lo desconocido”, una
muestra de ilustración con obra de Mónica Vallarino y Polly Larrondo que será abierta este miércoles 5 de abril, a las 20 horas.
“Después de ellas –añadió Rodrigo Siller-
viene una exposición de fotografía de Alex Guerra, que es uno de nuestros maestros pero también un gran fotógrafo, tenemos un calendario armado y entonces vienen cosas interesantes, algunas de gente poco conocida, pero una de las características principales del Nano Centro es mostrar el trabajo de gente talentosa”.
A propósito de este último asunto, Siller puso de manifiesto que,
“si las instituciones no tienen capacidad para que todo mundo exponga, se presente o aprenda, esfuerzo como el de nosotros puede hacer más posible que las personas puedan lograr su cometido (…) los artistas deben tener un espacio digno donde trabajar”.
El lugar también mantiene una oferta musical que ha tenido varias propuestas, como fue el caso del
Ensamble M, un proyecto formado por Miguel Ángel García, Dulce María Veiga Freire, Juan Antonio Balcazar, Lucía de la Serna y Alan Daowz (también integrantes de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, OSIDEM), quienes estuvieron el pasado jueves 30 de marzo; ahora bien,
el siguiente viernes 7 de abril estará sobre el escenario la cantante Alethia Rivera.
“Algo que tiene muy particular el Nano Centro es que todas las personas que se suben al escenario nunca me dicen lo que van a tocar, ellos tocan lo que quieren, pues confío en el talento de cada persona que se invita”, mencionó Rodrigo Siller.
Un surgimiento fortuito
Fiel a evitar las pretensiones de aburrida solemnidad tan frecuentes en las esferas de gobierno, Siller es sincero con respecto al surgimiento del Nano Centro Cultural M:
“mandé enmarcar una exposición, 240 piezas, fue una fortuna y entonces le dije a los muchachos de mi taller ‘hay que poner una marquería, es un negociazo’, a partir de ahí pensé en un negocio redondo, dije ‘ponemos marquería, luego unos talleres y estos harán que la gente quiera enmarcar’, en ese lapso me encontré con este local maravilloso”.
La amplitud del espacio estimuló la imaginación de Siller, quien se dijo a sí mismo que el espacio podría dar para otra cosa: “en una servilleta apunté ‘Nano Centro Cultural’, llegué (al taller) y les platiqué la historia, fue algo que nació en 48 horas, era como si este lugar nos hubiera esperado”.
Pero ese ímpetu romántico requirió para concretarse, como se podrá suponer, de una buena cantidad de “talacha” y recurso, como bien dijo el propio Siller:
“invertí todos mis ahorros y todo el esfuerzo de mi gente en este lugar, que abrimos hace dos meses y que además ha atraído cosas maravillosas”.
Asimismo, Siller es sincero con respecto a ese fenómeno tan peculiar dentro del gremio artístico, tan afín, por decirlo de un modo políticamente correcto, a los cotilleos malintencionados:
“el dar una oferta cultural diferente trae cosas muy buenas y ciertas envidias, pero no me afecta pues he lidiado con eso veinte años, los artistas por naturaleza somos envidiosos, no podemos dar buenos comentarios de nada pues nuestro ego no nos lo permite”.
Con respecto al nombre del espacio, Siller confirma lo que muchos ya podrían haber pensado, que es la referencia a la tecnología:
“la nanotecnología hace cosas muy importantes en espacios pequeños, creo que este lugar hará lo mismo”. Ahora bien, además de visitar el lugar físico, también ss posible seguir las actividades del espacio en su página de Facebook/ Nano Centro Cultural M (
https://www.facebook.com/nanocentroculturalm/).