por
Emmanuelle Brío
foto proporcionada
por Emmanuelle Brío
Muchos son los libros que componen la vasta
obra de la poeta María Cruz: Suma de Patios,
El libro de las grietas, Hacedor de sombras, Colmena de oro y ceniza. Su
nueva publicación entra al mundo del haiku, publicado con el título Polen, en Editorial Praxis, el cual nos
invita a ser las abejas que transporten el polen: “Zumba la abeja/ el principio
del mundo/ vibra de nuevo”, escribe María Cruz en el inicio.
Cae la noche y las estrellas se convierten
en protagonistas entre la cabellera de la inmensidad, Natsume Söseki canta:
“Apago el candil/ fríos astros se cuelan/ por la ventana”.
Ya sea por la sorpresa de las estrellas
inundando nuestra habitación o por el renacer de un mundo que vuelve a vibrar
tras los tiempos difíciles, los poetas del haiku tienden a sorprendernos con el
asombro. En 1919 José Juan Tablada
introdujo el haiku en habla hispana, con su libro Un día... Poemas Sintéticos, más tarde en 1922 publicaría El jarro de flores. Más importante que
la métrica exacta que compone al haiku (5-7-5), hay que hablar de lo que Víctor
Manuel Mendiola llamó “Poesía en segundos”, en el año 2000, pues lo que conecta
al haiku con toda la tradición literaria de habla hispana es el segundo
poético, porque aún en las liras, en las silvas, en los sonetos o en las
canciones, además de las métricas, la poesía está compuesta de segundos.
En la escritura japonesa, uno de los grandes exponentes del haiku es Basho, y para entender la esencia del haiku, más que discutir sobre él, hay que leerlo. Basho escribe: “Vayamos juntos/ a contemplar la nieve/ hasta agotarnos.”
María Cruz nos dice: “Tulipán rojo/ de tela
el corazón/ pulsa sereno”. Su libro Polen,
nos invita a reflexionar la brevedad de la vida, la magia del vuelo de la
abeja: el ciclo inicia en el polen, que con su carácter sexual, con un
intermediario viajará de las anteras al estigma para reproducir la vida. A las
abejas les debemos la biodiversidad del mundo en pie y en este mundo estamos
presentes los individuos, que le otorgamos sentido a todo aquello que miramos, a
la naturaleza y ¿Qué es la naturaleza sin un espectador que pueda dotarla de
sentido? María Cruz nos hace mirar: “Fuego en la noche,/ las luciérnagas
soplan/ luz de bengala”.
El libro Polen de María Cruz, es una edición de bolsillo, muy pequeña como
la estructura de los poemas que contiene, está ilustrado por Alejandro Isita.
Una bella edición de papel cultural con una portada que nos remite a la
primavera. El sello editorial Praxis se consolida como uno de los sellos más
fuertes de poesía en México y nos regala la visión del mundo de una de las
mejores poetas de nuestro país. Cierro con el embrujo de sus palabras:
Llueve y escampa
los campos que
florecen
traen el verano.
Libros
de otoño
los
álamos desprenden,
por
cientos, hojas.
Claro de bosque
la luna se abre
paso
mantel de luz.
El
caracol
con
pespuntes de plata
traza un destino.
Bajo la tierra
las raíces se
trenzan,
forman un bosque.
Ayer
murieron
todas
las catarinas
hoy
nacen otras.