Ulises Fonseca
En su más reciente gira, llevada a cabo dentro de Morelia, los integrantes de la Luciérnaga teatro constataron no sólo el poder de dicho arte para generar comunidad, sino la pertinencia que hay en tocar temas relacionados al feminismo para propiciar cambios, ello debido a los elementos presentes en la propuesta escénica que presentaron al interior de la ciudad, una obra llamada “Respira y chuta (mi vida fuera de lugar)”.
Después de esta experiencia, la dramaturga e intérprete, Verónica Villicaña, señaló de forma clara y contundente lo siguiente: “el teatro es algo muy poderoso en general, llegar a una colonia donde durante tanto tiempo no ha habido actividad a presentar algo genera la sensación de que hay vida”.
Mas todavía al recordar la percepción que tuvo la gente de esta obra, pues como relató Villicaña “al final de cada función teníamos charlas con el público y hubo muchos comentarios positivos respecto a lo bueno que fue llegar a esos lugares (…) había mamás muy jóvenes con varios hijos que, al momento de la charla decían ‘claro, es que las mujeres podemos hacer todo, tenemos derechos y no le prohibiré cosas a mis hijas’ y es que el mensaje de la obra es muy claro: rompamos con los estereotipos de género”.
Sin embargo, la dramaturga comentó que también hubo personas en cuyos comentarios se alcanzó a notar cierta resistencia a los cambios, “me queda claro –dijo- que hay bastante machismo, entonces creo que en ese sentido la obra resulta pertinente, dado que también da a entender que si en la crianza hay un trato diferente a las hijas de los hijos pues algo va mal”.
Aunado a lo anterior, la dramaturga enfatizó que la gira también abrió las puertas a la posibilidad de que muchas personas entraran en contacto con el arte puesto que, mencionó, “no sólo fueron niños y jóvenes sino también familias completas y personas de la tercera edad; algunos llegaban muy ansiosos, aunque también otras personas se mostraban renuentes; en suma, me queda claro que para muchas personas esa fue la primera vez que veían teatro”.
Sobre a los datos cuantitativos, Villicaña mencionó que realizaron 20 funciones en 9 “Centros del bienestar” del municipio y en el Poliforum Morelia, gira sucedida entre el 12 y el 21 de octubre. Al respecto, Villicaña comentó lo siguiente “fuimos a Ciudad Jardín, San Isidro Itzícuaro, López Rayón, La Aldea, Colinas del sur, Trincheras, Independencia, Gertrudis Sánchez, Mariano Escobedo y cerramos en el Poliforum; fueron dos funciones en cada lugar, con entrada libre”, lo cual se debe a que la gira tuvo respaldo económico del Programa de Apoyo a Proyectos para Niños y Jóvenes Convocatoria 2019 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).
La especificidad de esta convocatoria, mencionó Villicaña, se encuentra en la atención a niños y jóvenes, “fuimos beneficiados y nos coordinamos con el ayuntamiento a través de la ‘Dirección de mejoramiento de barrios y gestión ciudadana’, la cual está a cargo de Selma Paola Sánchez, ella nos dio respaldo para que las obras fueran en los Centros del bienestar”.
Entonces,
luego de ese periplo por zonas tan dispares, Villicaña llega a una certeza que
va a contracorriente de lo que comúnmente se asume de la capital michoacana como
urbe pequeña: “uno asume que Morelia es el primer cuadro, en donde te presentas
y ya todo mundo te vio, pero la verdad es que Morelia es una ciudad muy grande
que yo misma no dimensionaba, de hecho honestamente yo nunca había ido a
algunas colonias en las que nos presentamos”.
La obra
Ahora bien, en este punto es menester señalar que “Respira y chuta (mi vida fuera de lugar)” tiene como protagonista a La Chicharita, la goleadora del equipo de soccer de su secundaria, quien ama el fútbol pero es presionada por su padre para dejarlo ya que él lo considera un deporte no apto para señoritas y la inscribe a clases de ballet. Eso orilla a que La Chicharita se vea en la disyuntiva de obedecer a su padre o seguir jugando con las compañeras de su equipo: La Messi, La Beckham, La Piqué, bajo la guía de la Entrenadora Campos, quienes avanzan hacia la final del campeonato de inter secundarias en un misterioso paralelismo con la selección mexicana en el mundial que, insólitamente, se acerca a la final de la copa del mundo.
Esta obra, comentó Verónica Villicaña, “la estrenamos en 2016 con el Programa Nacional de Teatro Escolar, dimos cien funciones y como actriz, al dar ese número de presentaciones te genera un cierto estancamiento, pero el llegar a estos espacios donde no existe el control que hay al interior de un teatro, y saber que hay gente que te mira por primera vez y mira por primera vez teatro, se torna en algo que te sorprende de nuevo; salí encontrando nuevos significados en una obra que ya tenía camino recorrido previo; entonces la obra sigue viva”.
En la puesta
escénica actúan Tayde Pedraza, Nina Cortés, Daniella Saucedo y la propia
Verónica Villicaña; en la asistencia de dirección estuvo Sinhué Carreón, en la
asistencia de dirección Sandra Meneses, en la dirección Everth Yamil García
Islas, mientras que Edén Enzástiga y Selene Azeret Rangel otorgaron asesoría en
lo musical y el ballet respectivamente.
Foto de Omar
Zambrano. La gráfica muestra la develación de la placa el 21 de octubre en
Poliforum Morelia, con la presencia de Roberto Reyes Cosari secretario de bienestar
y política social; Labinia Aranda Ortega, síndica; Selma Paola Sánchez Pérez,
directora de mejoramiento de barrios y gestión ciudadana; y Rosa Eglantina
González Sánchez, actriz y productora.