Ulises Fonseca
La ciencia ficción es parte de los elementos que contiene la oferta de largometrajes mexicanos que se muestran en el FICM, en específico el nuevo filme de Amat Escalante, "La Región salvaje", mostrado este día ante el público y la prensa.
Como buen recurso metafórico, en "La región salvaje" la incursión de un elemento extraño representa en realidad un problema del día a día, que en el caso de Escalante es, para variar, la violencia en la que se encuentra sumergido el país.
Como el director mismo comento en la rueda de prensa posterior a la proyección de su nuevo filme, la fantasía "es una metáfora de lo que quería mostrar... es algo muy ambiguo sobre la forma de relacionarnos entre nosotros", lazos interpersonales llenos de toxicidad por el machismo, la homofobia y la hipocresía, defectos que en la mente del capitalino común y corriente son representativos de la provincia, quizá por ello la acción del filme se ubica en el estado de Guanajuato.
Pero contrario de lo que se pudiera pensar, Escalante menciona que no hay influencias -o al menos no conscientes- del cine japonés, caso contrario de Herzog o Buñuel, en quienes Escalante sí reconoce como a sus maestros: "estoy muy influenciado por una forma de filmar muy terrorífica". Hasta ahora, a la película se le podría dar el mérito de tener la propuesta más arriesgada de lo que ha sido mostrado en el FICM, sin embargo quedan ciertos vacíos, en especial hacia el final de la película.
Por tanto sólo queda preguntar, ¿qué tanto funciona esa metáfora? Ya lo decidirá cada espectador cuando la película llegue a salas comerciales en el primer trimestre del 2017. Por lo pronto, quien desee mirar este trabajo debe saber que la película estará en exhibición este martes, en el complejo Cinépolis de Las Américas, a las 22:15 horas