Ulises Fonseca
Foto: Ojo libre
De
acuerdo a Lola Larumbe, librera española, “los libros nos protegen de lo que
pasa ahí fuera” *, una aseveración que se puede mirar e interpretar desde
distintos ángulos, si bien parece que muchas personas en Morelia confirman lo
anterior: “para mí ha sido positivo, pues tuve un incremento en las ventas
desde que comenzó la contingencia (medida para paliar el Covid-19)”, afirmó
Caliche Caroma, fundador y encargado de librería La Inundación.
El
librero mencionó que si bien en los últimos días cayeron las ventas, en un
primer momento tuvo un incremento importante, cosa que puede tener su origen en
diferentes factores, entre los cuales está, dijo, “la moda, pues la
gente como que se ha visto presionada a que tiene que producir algo, hacer
ejercicio o leer un libro, claro muchos optan por el ejercicio o ver series,
pero una gran parte han venido a comprar libros, también he tenido más envíos,
trabajo con correos de México y también en prácticamente en toda la ciudad”.
Por
otra parte, Caliche Caroma refirió que la avalancha de información sobre el
Covid-19 es tan grande que genera hartazgo, “como que se cansan del
internet y tal vez sienten que es buen momento para volver a la lectura; sí
es reconfortante la lectura pues te lleva a utilizar la imaginación, es algo, más
que productivo, saludable”.
Entonces,
ante la cuestión de si una librería es algo esencial, Caliche Caroma externó
que el sí lo considera esencial “pues la gente puede estar en internet o la
televisión, pero en algún momento del encierro será necesario tener un espacio
interior y la puerta es el libro, entonces sí hay gente que ha venido a comprar
libros de medicina y no porque estudien esa carrera sino porque desean saber
más; también está el internet, para eso, pero es como una especie de pantano
donde si no sabes buscar te pierdes”.
Además,
dijo, el hecho de la librería no tiene aglomeraciones: “entra una persona y
puede estar una hora u hora y media recorriendo la librería y lo reconforta, porque
es una especie de bosque; en ese sentido se vuelve un giro esencial para que la
gente tenga un escape dentro de sus pequeños departamentos o casas en encierro
obligatorio, eso no podemos negar, que la mayoría de mexicanos vivimos en
espacios muy reducidos (…) este es como un hospital del espíritu y sí, las
librerías son esenciales y lo digo no solo porque yo tenga una, de hecho si
no tuviera una, buscaría para irme a meter porque me gusta mucho visitarlas”.
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Extraído de la nota “Los libros nos protegen de lo que pasa ahí fuera”,
publicada en El País https://elpais.com/cultura/2017/02/03/babelia/1486115261_542096.html