Ulises Fonseca
La Jacaranda es un centro cultural ubicado en el corazón del municipio más representativo de Michoacán, que ha logrado sostenerse por catorce meses, pero su surgimiento no fue por generación espontánea, sino que,
cómo señaló una de sus promotores, Kitzia Simón, es resultado “de la concatenación de cosas que viene desde años, a partir de iniciativas como talleres y cursos”.
En ese sentido,
una de las principales simientes que impulsaron la germinación de La Jacaranda fue el
Festival de Música Antigua y Tradicional, un evento realizado en 2015 que, como describió Kitzia Simón
“fue una experiencia muy pesada pero también muy satisfactoria, fue a partir de ahí que decidimos formar una cooperativa cultural”.
La propia Simón lanzó un cuestionamiento que probablemente otras personas le han hecho
“¿por qué una cooperativa cultural?”, a lo que hay una respuesta muy clara:
“somos artistas y pensamos que sería muy positivo darnos la mano desde nuestros rubros, para sacar un proyecto donde pudiera albergarse diferentes campos (…) además, por las condiciones que había fue posible tener el espacio, empezamos a correr la voz y ya había una casa”.
“Entonces (añadió la promotora)
prácticamente sin ningún capital para invertir más que nuestra energía y nuestras ganas, decidimos arrancar; con la idea de alimentar el centro cultural sobre todo a partir de los conciertos y meterle poco a poco un área de cafetería, por un lado debido a que nos gusta pero también es algo necesario para que un espacio pueda sostenerse”. Las personas que iniciaron La Jacaranda son
Diego González, Estela Rivera y la propia Kitzia Simón, pero también han colaborado Carlos López Tavera.
Ahora bien, Kitzia Simón refiere que todavía consideran que La Jacaranda se encuentra en su fase de arranque, “es decir,
siento que ya despegó, el lugar ya lo reconoce la gente local y por alguna razón hemos cautivado a los extranjeros, pero el espacio todavía requiere de mucho trabajo; eso sí, está dando frutos pues mucha gente nos ha mencionado que es un espacio que no tenía Pátzcuaro, donde convive la comunidad extranjera con la local, siento que se ha podido sostener”.
Por tanto, la promotora comenta que si La Jacaranda logra sostenerse por segundo año “auguro que incluso podremos delegar o hacer partícipes a más personas, con más experiencia, vamos a seguir aprendiendo (…)
esperamos perdurar, pues uno de los objetivos del espacio es crear comunidad, esa es una forma de contrarrestar muchas cuestiones adversas de la economía o de la violencia que se pueda vivir en un pueblo”.
Para finalizar, Kitzia Simón refirió que espera que desde el ámbito civil
“podamos valorar y respaldar proyectos que surgen desde la necesidad social y no desde la iniciativa de un gobierno, son difíciles de sostener pero son tan genuinos que resulta importante participar, tener empatía con ellos”. Ahora bien, para seguir las actividades y evolución del espacio, resulta posible consultar su página de Faceboo/ La Jacaranda (
https://www.facebook.com/lajacarandacultural/).