Ulises Fonseca Madrigal
Sí
es posible levantar una empresa cultural, hacerla crecer, vivir de ella e influir en el contexto social y, para lograr esto, resulta necesario tener varias herramientas. Por ello es que fue ofrecido el
taller "Marketing cultural e industrias creativas", que impartió Johanna Ángel Reyes este fin de semana en la Casona del Congreso.
Dicho taller se apuntaló en el cambio de pensamiento, para
dejar atrás el paternalismo de gobierno y vislumbrar que la cultura es un campo de acción económica, la muestra de ello es la existencia de
múltiples industrias creativas existentes, entre las que esta la industria musical, desarrollo de software, la industria editorial, el cine y las artes escénicas, por mencionar algunas. De hecho, es posible consultar el informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre este aspecto en el siguiente link:
http://www.unesco.org/culture/pdf/creative-economy-report-2013-es.pdf.
Asimismo, el taller abordó la necesidad de tener claro los registros de patentes y derechos de autor; la premura de romper con la idea de que la cultura es gratuita; tener presente que la cultura es un bien social antes que para el lucro; así como
tener claro los pilares básicos del marketing, es decir, producto, precio, plaza y promoción.
Otro elemento que resultó fundamental fue el replantear la producción de y sucesivas post-producciones, pues como bien apuntó Ángel Reyes
"un proyecto de sólo una ocasión ya no sirve (...) una planeación mínima debe ser por lo menos a dos años", cuestión en la que hizo especial énfasis, al recordar que gran parte de los proyectos culturales en el país se realiza sin planeación alguna.
Ahora, es posible concluir con una definición aceptable de marketing cultural, la cual se refiere al
“conjunto de acciones, estrategias y productos que tienen por objetivo estimular la producción cultural o difundir cultura y, de esta forma, colaboran en el proceso de formación de imagen de la empresa o institución”; por tanto, como dijo de un modo claro y contundente Johana Ángel,
"el asunto del mecenazgo fue lindo, pero ya se acabó".