Ulises Fonseca
Un pensador tan complejo, pero necesario, como Jacques Derrida es el tema central del coloquio
“1967-2017. La construcción de la deconstrucción, a 50 años de la deconstrucción derridiana”, iniciado este lunes en la
Facultad de Filosofía de la Universidad Michoacana.
Al respecto, el
director de la mencionada facultad, Carlos Bustamante, dijo que la idea central “es conmemorar y discutir la obra del autor francés Jacques Derrida a cincuenta años de que se publicaran
‘De la gramatología’ (
https://filosinsentido.files.wordpress.com/2013/06/132753226-derrida-de-la-gramatologia.pdf)
, ‘La voz y el fenómeno’ (
https://filosevilla2012.files.wordpress.com/2014/07/derrida-jacques-la-voz-y-el-fenc3b3meno.pdf)
y ‘La escritura y la diferencia’ (
https://filosinsentido.files.wordpress.com/2013/06/derrida-jacques-la-escritura-y-la-diferencia_ocr.pdf), tres libros decisivos para el movimiento filosófico de la deconstrucción”.
Asimismo, Carlos Bustamante señaló que otro objetivo del coloquio es abrir la discusión en torno a la figura de Jacques Derrida, dentro de la facultad: “no es que nunca se haya hablado de él, pero
ciertamente desde hace algunos años no se ha trabajado con la profundidad que sería deseable para un autor tan relevante, ojalá que el coloquio sirva para suscitar la inquietud en torno a la figura y la obra de Derrida”.
¿Por qué no se trabaja o analiza?, pues el director acepta que
Derrida “es un autor muy difícil, algunas obras, si cabe la expresión, pecan de ser demasiado técnicas y complicadas, pero hay otras como
‘El animal que luego estoy siguiendo’ son muy peculiares que están a caballo entre la literatura, la filosofía y otros tipos de discurso;
la verdad creo que el principal problema que hemos tenido para iniciar una línea de estudios derridianos es la dificultad misma del autor”.
Desentrañar la deconstrucción
El coloquio referido comenzó con una conferencia llamada
“¿Cómo leer a los 50 años de filosofía derridiana? La construcción del lector como un fin”, que ofreció
Patrick Llored, académico de la Université Jean Moulin Lyon III.
En dicha conferencia, Llored comenzó por decir que para acercarse a Derrida, es necesario reconsiderar el modo clásico, objetivo y racional, con que se pretende hacer la lectura de un filósofo: “
cuando se lee a un pensador ¿qué leo exactamente y cómo? lo que ocupa a los investigadores es una lectura conceptual,
pero buscar el concepto siempre es poco interesante".
De hecho, Llored hizo énfasis en la necesidad de romper con paradigmas:
"hay que salir de este tipo de historia, no creo en esta manera de leer, ni en una historia racional", o al menos en el caso que toca a Derrida, menciona que analizarlo desde una perspectiva clásica resulta poco fructífero.
Ahora bien,
¿de qué forma es posible hacer esa lectura heterodoxa?, Llored mencionó que, por increíble que parezca, ese ejemplo se encuentra en
un documental hecho por Safaa Fathy llamado “D´ailleurs Derrida”, mismo que dijo "lo que me interesa en este documental es que Derrida está enfrentado con su propia imagen por una lectura que él no hubiera esperado”.
Para ponerlo en términos más coloquiales,
lo que provocó Safaa Fathy en Derridar fue una confrontación, pues el filósofo no había sido enfrentado ante una mirada reflexiva, profunda y, sobretodo, externa.
Ahora bien,
¿cómo leer la deconstrucción?, Llored define dicho término como con la palabra 'perjurio', pues señala que
leer es perjudicar, "no tengáis miedo del perjurio, no hay otra manera de descubrir algo que sea interesante" añadió.
Para ahondar en el sentido del significado de perjurio, Llored expuso que Derrida consideró que toda mentira es un perjurio y todo perjurio implica una mentira, ambos no respetan la promesa de cada lengua de decir la verdad; asimismo, el académico consideró que cuando hay más de una voz, la huella del perjurio empieza a desvanecerse.
"Toda filosofía occidental se basa en la oposición de objetividad (privilegiada) y una subjetividad (que es despreciada)", por tanto, lo que se busca es legitimar la subjetividad.
Por tanto, para leer a Derrida es menester dejar esa división entre objetividad y subjetividad,
"la deconstrucción puede ser profunda y radical (...) no debemos tener miedo de entrar en un texto con lo que busca la subjetividad".