Eduwiges Franco Estrada
Uno
de los compositores más importantes de América Latina, Mario Lavista, compartió
su forma de “hacer” música con un nutrido grupo de estudiantes del
Conservatorio de Las Rosas y otras escuelas de música del país, así como
asistentes de diversos países, quienes
atentos siguieron los acordes del “Salmo”, pieza para voz y violonchelo
compuesta por Lavista y calificada por él mismo como “bastante sencilla”.
Luego
de reproducir la obra a través de una grabación impecable, el compositor
compartió con los asistentes el proceso de creación de la misma, catalogándola
como “un juego de disonancias y resonancias”, una pieza, según el propio
Lavista, que “es una elegía, una obra que continúa una antigua tradición
musical que contempla una serie de lamentos”, y que fue compuesta a la memoria
de Ramón Montes de Oca, pianista y compositor mexicano, amigo cercano de
Lavista, que murió a los 50 años.
El
reconocido y galardonado compositor ofreció esta conferencia como parte de las actividades
del IX Concurso Internacional de Violonchelo Carlos Prieto.
Mario
Lavista comenzó a estudiar música a los diez años y en su adolescencia fue un
convencido de que dedicaría su vida a este arte. Debido a sus habilidades y
disciplina fue un destacado discípulo de Carlos Chávez.
Por
más de cuarenta y cinco años como docente del Conservatorio Nacional de Música,
ha compartido sus conocimientos con varias generaciones de creadores mexicanos.
Sus
obras han sido interpretadas por los principales directores y orquestas del
México, así como extranjeras.
Fue
galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1991, es miembro de
la Academia de las Artes, y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
también lo distinguió como Creador Emérito. Además de ser miembro del Colegio
Nacional, es Artista Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del
FONCA.
El
también ensayista y conferencista, es un convencido de que los sonidos dicen y
expresan algo, y de que la música, de una u otra manera, sirve para darle
sentido al ser humano y al mundo.
La
novena edición del certamen, iniciativa del propio violonchelista mexicano
Carlos Prieto -reconocido como uno de los mejores ejecutantes del mundo en su
instrumento–, culminará con un concierto a cargo del ganador del concurso, el
próximo viernes 9 de agosto.