Ulises Fonseca
Los proyectos que ha realizado
el fotógrafo José Luis Cuevas tienen una personalidad muy definida cada uno, pero hay un hilo que los une a todos: el ser humano; esto solo es una parte de lo expresado por el artista en la
conferencia-charla que ofreció este viernes en el centro Foto Viva.
En ese espacio y frente a una sala atiborrada, Cuevas llegó a la conclusión de que la fotografía, desde su ámbito artístico, es una disciplina a la misma altura que el cine o la literatura, pero eso sí, esta es una consideración que no se aplica a la producción frenética de imágenes con fines comerciales:
"eso que es arte, resulta contrario a la generación de clichés relacionados con el consumo y los estereotipos de belleza”.
El fotógrafo llegó a esta conclusión para evitar el naufragio en el mar de opiniones que consideran a la fotografía como “un universo de cosas amplio, poco definible”, por tanto, desde su ámbito artístico, reivindicó a la foto como “
un medio que nos permite ver a la sociedad, descubrir a los otros".
Ahora bien, antes de llegar a estas consideraciones,
Cuevas hizo un repaso por el trabajo que ha realizado desde hace varios años, presentación que tuvo más el carácter de una charla antes que de una conferencia solemne.
De lo sórdido a lo evocativo
En el repaso por su obra, Cuevas expuso los proyectos que ha generado desde el 2002, año que inició su quehacer artístico como
"La Apestosa". Borrachos, prostitutas, camas, sexo, alcohol, son solo algunos de los protagonistas de este trabajo fotográfico que el artista desarrolló entre 2002-2004 dentro de una cervecería del centro de la Ciudad de México llamada Salón Orizaba.
En ese lugar, apodado justamente como la Apestosa, Cuevas llegó a trabajar con un método vivencial, por así decirlo, pues como el propio fotógrafo relató, se insertó con los demás personajes en la fiesta y el alcohol, para de ese modo llegar hasta la médula de ese universo. El modo en que quedó registrado fue en blanco y negro, pues de acuerdo al fotógrafo
"en mi cabeza todo era blanco y negro, de esa forma podía resolver mis inquietudes estéticas".
El segundo trabajo de Cuevas fue
"Amateur/ Porno hecho en casa" (2003-2005), un proyecto más “pequeño”, que hizo luego de pedirle permiso a un pornógrafo casero para entrar a las sesiones.
En ese lapso, dijo,
“podía fotografiar a personas normales, no a gente con características especiales que cumplen los clichés físicos, acá había gente que reinterpretaba esos papeles de la pornografía”.
En este caso, expuso que el método de trabajo fue distinto, no había relación alguna con los fotografiados. Ahora, la pretensión con este trabajo, mencionó Cuevas, es "hacer que se genere una reflexión" en el espectador.
El tercer proyecto es
"Estado del tiempo" (en proceso desde el 2001) un trabajo conformado con personajes tomados desde el exterior en relación a la urbe capitalina, en la que aparecen imágenes con motivos católicos o religiosos.
Un cuarto proyecto es
"El hombre promedio" (2007-2009), un trabajo relacionado con la vida de los oficinistas, en el que hay personas maduras cuyo estilo de vida conlleva frustración, según lo visto por Cuevas.
Entonces, José Luis Cuevas dijo que para este trabajo buscó a personas que denotaran gestos de vacío, de cansancio, "a todos los detenía, los ponía a unos metros y se hacía la sesión in situ... la mayor parte de las personas no aceptaban, gran parte del trabajo era convencerlos".
"Hombre que cae" (2011-2012) es una versión del proyecto anterior pero un poco “más poetizada”. Consiste en una secuencia de imágenes para hablar del hombre que se marchita, todo es foto fija.
"Nueva era" es un proyecto iniciado en el 2009 con la encomienda de registrar el fervor religioso, por lo cual era un trabajo muy similar a
"Hombre que cae". Esto no convenció a Cuevas, quien prefirió re sistematizar el trabajo para convertirlo en
un trabajo narrativo, lleno de simbolismos y evocaciones. Al final, este trabajo se concretó en la forma de un libro homónimo.
Su último proyecto es
"Observaciones de la resistencia de los cuerpos", una exploración del ser humano y de las formas en que este es desgastado por el paso del tiempo y de las formas de vida contemporánea, con la ciudad de México como telón de fondo. Entonces, hay una serie de “
aproximaciones a la naturaleza del hombre como materia sensible y efímera”.
Lo anterior solamente es una parte de lo expuesto, pero aquel que guste seguir y/o revisar a mayor profundidad el trabajo de este creador, resulta posible consultar la página
http://joseluiscuevas.net/.