Ulises Fonseca
Luego de las tres sesiones realizadas en el proyecto
“Aula abierta, biografía archivada del teatro michoacano” se pudo llegar a una certeza: hay todo un océano de conocimiento que es necesario explorar antes de que caiga irremediablemente en el olvido.
Al menos esto fue lo que expresó
Gunnary Prado Coronado, quien junto a
Said Soberanes organizó este proyecto de documentación y reencuentro con la historia del teatro en Michoacán.
“Luego de esa experiencia, tenemos elementos para saber cómo hacerle, es decir, de todo ese universo, saber por donde hacer la documentación”, mencionó Gunnary Prado, para añadir que en un futuro esta recopilación tendrá distintas salidas: “creemos que
no nos podemos restringir ante las posibilidades tecnológicas, me parece que hacerlo en un libro sería reduccionista pues finalmente estamos hablando de artes vivas, entonces queremos conservar ese elemento vivo y hay varias maneras de hacerlo; en este momento nos planteamos llevarlo a cabo a través de nuestra
plataforma digital que es
Sinestesia escénica (…) me lo planteo como un proyecto para la vida”.
El antecedente
De acuerdo a lo relatado por Prado Coronado, el proyecto surgió luego de una exposición de foto: “Manuel Barragán, director del grupo Vaso Teatro, hizo una convocatoria para que el 27 de marzo -día internacional del teatro- hiciéramos una muestra de fotografía escénica de los grupos y creadores del teatro independiente en Michoacán, pero sólo participó Morelia”.
Para hacer esa exposición, el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ) ofreció un espacio para montar la muestra, que conjuntó 18 obras y, a propósito de esto, Gunnary Prado señaló que desde el proyecto de
Sinestesia escénica (dirigido por ella y Soberanes) “quisimos de manera conjunta promover la documentación, pues
hay una gran necesidad por saber lo que sucedió en el teatro en Michoacán desde todos los sentidos: histórico, estético, sociológica y estéticamente”.
La inexistencia de ese registro se debe, según Prado Coronado, a una sencilla razón: “a nadie le ha interesado, pero también creo que el teatro tiene esa característica de que se diluye en el tiempo”.
El método seguido
“
La documentación del testimonio de la práctica teatral implica un trabajo en muchos frentes, puede ser a partir de una perspectiva
etnográfica, que incluiría los ensayos, procesos de entrenamiento; puede ser de carácter
antropológico y/o sociológico para hablar, por ejemplo, de los sectores sociales que hacen teatro; o bien desde la
historia, para relatar las obras, de los creadores, actores, en fin, se trata de un océano de trabajo”, mencionó la teatrera.
Entonces, para comenzar este colosal trabajo, Prado y Soberanes realizaron un panel con carteles y anotaciones, un mecanismo que la directora explicó del siguiente modo: “los creadores invitados exponían su trayectoria mientras que nosotros, de manera simultánea, tratábamos de
hacer un registro en tres niveles: en términos espaciales (los lugares donde se desarrolló la trayectoria),
temporales (con una línea del tiempo) y
organizacionales (las redes de trabajo entre actores, directores y dramaturgos)”.
Para realizar lo anterior, Prado y Soberanes convocaron a
personas del teatro de diferentes generaciones, que abarcaron desde la década de los 60, para hablar de las propuestas y centros culturales de entonces, hasta la actualidad.
Además, otra cuestión que resaltó Gunnary Prado de este ejercicio fue el choque generacional: “eso fue muy relevante, porque c
uando eres joven cometes el error de creer que inventas el mundo o que éste se creo contigo, es una arrogancia natural de la juventud que permite hacer cosas, pero cuando suceden estos choques, te das cuenta de que existe todo un patrimonio que te precede y de alguna manera te determina”.
Ahora bien, es necesario señalar que tanto la exposición como la cartografía creada todavía estarán disponibles un par de semanas más, para ser vistas, observadas, analizadas o consultadas (de acuerdo al nivel de interés de cada persona) en el salón alterno del MACAZ, con miras a que ese conocimiento se traslade y amplíe a la esfera digital.
Fotografías: Brayan López López