Ulises Fonseca
“El papel de los gestores culturales o de cualquier artista se ve muy obstaculizado por las dinámicas políticas y económicas, pero la relevancia de su papel está en que son personas que logran darse cuenta de los procesos de violencia y tratan de expiarlos a través del arte”, fue lo que externó el sociólogo
Luis Alberto Fernández Marfil, quien estuvo en Morelia para impartir el tercer módulo del
“Diplomado Repensar las violencias desde el arte y la cultura”.
En efecto, el académico expuso que el trabajo de los artistas puede inferir en crear conciencia entre las personas “y de que en ciertos espacios concretos o actitudes cotidianas intenten cambiar comportamientos de violencia, por tanto
su papel es importante, pero poco entendido y apoyado”.
Sin embargo,
el panorama se presenta complicado no solo por los recortes presupuestales o el desinterés del gobierno hacia la cultura, sino también por las reticencias que puede tener la ciudadanía, en este contexto, mencionó Fernández Marfil “solo se deja visible aquellas formas de arte que son coherentes con las lógicas de las estructuras y de los sistemas, ya que son parte de un proceso de reproducción”.
“De esta forma –añadió Fernández Marfil- se da una violencia estructural no solo desde el gobierno sino desde la sociedad misma al invisibilizar estas voces, voces que pretenden hacer frente a estas formas sistemáticas de violencia y dominación y que por ello mismo son relegadas, tanto por su mensaje disruptivo como por la falta de aceptación dentro de la cultura de masas” (para mayor información, en
http://revistareplicante.com/contracultura-y-anarquismo/ y
http://www.megustaleer.mx/libro/la-contracultura-en-mexico/MX293).
Ahora bien, una cuestión relevante es tener clara una definición de violencia, concepto que aclaró Fernández Marfil: “desde lo general,
la violencia es distinta a la agresión, la agresión es episódica, un impulso vital que se da muchas veces como un mecanismo de defensa, en cambio la violencia es sistemática, tiene un impulso negativo y no es vital”.
El académico añadió que
la violencia se mueve mediante una naturaleza sistemática “que responde a una estructura que la propicia, puede ser material o simbólica, es decir, puede estar dentro de nuestras relaciones económicas, políticas o en la forma en que nos significamos los unos a los otros”, es decir, en fenómenos como el racismo, la homofobia, el clasismo o la xenofobia.
Por último, cabe anotar que Fernández Marfil impartió el tema de
“Violencias en México, un acercamiento desde las ciencias sociales”, mismo que fue parte del
“Diplomado Repensar las violencias desde el arte y la cultura”, coordinado entre la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y Red Lab Laboratorio de Gestión Cultural.