Redacción
A
lo largo de los últimos 30 años, el escenario teatral sonorense ha tenido no
solo su despegue, sino también un auge que se ve reflejado en innovadoras
propuestas escénicas que van desde los temas regionales pasando por la
problemática del narcotráfico, hasta los asuntos universales y metafísicos, sin
olvidar las temáticas contemporáneas como la migración.
El
dramaturgo sonorense Roberto Corella
piensa que desde finales de los años ochenta el norte de nuestro país en
general ha tenido un despegue y en el caso de Sonora, “varios nos animamos a
escribir sobre nuestro entorno, lo que estaba pasando a nuestro alrededor, que
era algo que no se estaba tocando”.
Con
más de 30 obras en su haber, el escritor recordó que la creación de la
licenciatura en Actuación en esa entidad dio un gran impulso al teatro ya que
llegaron nuevos maestros, nuevas visiones, formas de ver y hacer el teatro:
“En
toda la historia de Sonora había cuatro o cinco personas que habían escrito
teatro. Era realmente muy poco y a partir de entonces ya surgieron bastantes
creadores y en estos primeros años del nuevo milenio es muchísima gente, sobre
todo jóvenes que están atreviéndose a deslizar la pluma”.
Aunque
en un inicio los montajes sonorenses abordaban la problemática regional, lo que
para Roberto es atractivo porque todo va de lo particular a lo general y la
esencia local capta la esencia del ser humano, ahora las cosas han cambiado.
“Ahorita
tenemos, afortunadamente un buen movimiento particularmente de jóvenes y eso es
lo más importante. Están experimentando, jugando, buscando expresar nuevas
formas a través de la escena”, dijo.
Aunque se abordaban las cuestiones del narcotráfico con mucha seriedad, dijo, temáticamente ahora los jóvenes ya están enfocados en otros asuntos: “el futuro, a dónde vamos, la existencia un tanto metafísica, empiezan a darse temas de esa naturaleza, preguntas muy diversas, muy policromas y eso también es rico. En la diversidad está el gusto”, destacó el dramaturgo.
Ese
número grande de jóvenes que hace teatro, añadió, lo hace particularmente en
espacios alternos que “a fin de cuentas en
el futuro del teatro, la gran sala va a ir apagándose para dar lugar a estos
espacios alternativos, pequeños, de una gran intimidad, para lograr ver la
gota de sudor, dónde está el iris en el ojo del actor”.
Justamente
los jóvenes han tomado la batuta en la escena teatral sonorense, como Rafael Evans, director del Colectivo
Independiente Punto 3 de Cajeme, la única agrupación fuerte del estado que
no se encuentra en la capital, Hermosillo.
En
la escena teatral sonorense, consideró el también actor, ha habido una gran
evolución, pues las obras eran muy regionales y predominaba el teatro musical.
Ahora la idea es más contemporánea e incluso se hace un teatro más documental.
“Los
creadores empiezan a rebelarse y el boom es tener un espacio muy urbano. Hay
muchos colectivos como AndamioSteatro que tienen una casa rescatada por muchas
mujeres, El Mentidero y nosotros que tenemos un callejón y un centro cultural
urbano, que somos tres grupos que nos estamos moviendo mucho”.
El
Colectivo Independiente Punto 3 tiene diversas iniciativas para la
dignificación y la resignificación del espacio público, el cual intervienen con
propuestas escénicas.
Ejemplo de ello es el Festival SEBUT, del que Rafael Evans indicó que, a cada lugar donde hubo una balacera se lleva una obra de teatro, para lo cual se invita a colectivos de otras partes del México. Este año, dicho festival cuenta con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y se realizará en octubre.
Bajo
el lema “Donde hubo balas, siempre habrá
teatro”, el colectivo trabaja para limpiar su ciudad y para que la gente,
en vez de decir “ahí hubo una balacera, diga ahí hubo una obra de teatro o hay
un mural. Para mí era bien importante trabajar para mi comunidad, si yo no
atiendo mi comunidad como artista responsable, creo que nadie lo va a hacer”,
mencionó Evans.
Evans
hace trabajo comunitario y en los últimos meses también se ha dedicado a rescatar
callejones, que antes estaban saturados de basura. Se trata de limpiar y
dignificar esos espacios que luego son intervenidos por artistas, para lo cual
se cuenta con el apoyo del municipio de Cajeme.
A
la fecha, se han recuperado 300 metros de callejones y el objetivo es llegar a
un kilómetro. “Hay una agenda cultural, están ocurriendo cosas interesantes en
los callejones”, pues son temáticos, los hay dedicados al empoderamiento de la
mujer o el Bunka de cultura japonesa.
Adicionalmente,
el Colectivo Independiente Punto 3 cuenta con el concurso Escribe, escribidor,
que invita a niños de 4º, 5º y 6º de primaria a crear sus propias obras de
teatro. La cuarta edición de este certamen se hizo con el tema “Un detective en
mi ciudad” y, como afirmó Evans “nos damos cuenta que los niños hablan y
manejan el tema de la violencia y pueden proponer maneras de resolver los
conflictos y crímenes”.
A
pesar de la violencia, Rafael demuestra que es posible unirse para crear, en su
caso a través del teatro que es su vehículo, su manera de hablar y “nuestro
estilo de vida”, por lo que el colectivo también cuenta con su propia Casa de
Teatro en la que se ofrecen talleres teatrales y cuya oferta abrirá este año en
abril.