Ulises Fonseca, Édgar
Espinosa
Fotos: imagen de portada, Daniel
H. Tong, tomada desde Unsplash; imagen de interior, tomada del Fb de Lux Boreal
Para conocer más sobre la forma en que la pandemia y la contingencia por el Covid-19 han afectado la labor de artistas, gestores y promotores, RedLab ha realizado un sondeo con el gremio, cuyos testimonios han sido publicados a lo largo de las semanas.
Aquí, la séptima parte:
Adolfo Chávez, bailarín, maestro y coreógrafo; dirige junto a Juan Carlos Orduña el centro de danza “El Cisne” en Valle de Bravo, Estado de México. Radica actualmente Valle de Bravo, Estado de México.
¿Cómo ha afectado el tema
de la contingencia al ejercicio de tu labor de creación-gestión?
Afecta principalmente en la relación social, cuerpo físico. En la danza se necesita la presencia física, ésta es lo que un lienzo para el pintor. Entonces, el crear-enseñar ha sido un mayor reto, se duplica el esfuerzo y la acción en sí. Las alumnas y bailarines no estamos teniendo un entrenamiento real.
El encierro
obligado viene acompañado de miedo, incertidumbre y paranoia. Sin embargo, un punto
a favor es que el contexto nos ha obligado a innovar y reinventarnos.
¿Qué estrategias piensas
seguir o ya te encuentras implementando?
Hemos implementado una serie de clases online dentro de una plataforma que todos ya usan, que es zoom. La relación escuela-cliente se ha vuelto mucho más personal, nos hemos adaptado a las necesidades de cada alumna, tanto en lo económico como en lo social; también hemos creado clases más simples que las alumnas pueden realizar en sus casas en espacios adaptados para que no se lastimen y tengan motivación de continuar.
Existen ya
muchas ofertas de clases virtuales que la mayoría tienen acceso, lo que a nosotros
nos ayuda es que personalizamos la enseñanza de acuerdo a las necesidades y
grados de aprendizaje que cada uno tiene. Hemos reducido los gastos e incluso
cobrado la mitad de las mensualidades a los alumnos con el fin de, no solo
apoyarnos entre todos sino de poder continuar y mantener un espacio
independiente de enseñanza de la danza.
¿Qué escenarios prevés?
Las clases de danza se regularizarán hasta el nuevo ciclo si todo marcha bien. Estamos desarrollando un plan para poder sobrevivir los siguientes meses. No será igual después de esta pandemia. Esta situación nos obliga a cambiar el rumbo de las cosas, a vivir ahora construyendo un presente más significativo.
Aquí es cuando viene a mi mente lo efímero de la danza y de la vida misma. Nada, absolutamente nada permanece, todo se transforma. La tecnología nos ofrece una infinidad de recursos para poder continuar desde casa; podemos utilizarla para enseñar y para compartir, pero carece de ese elemento que hace que el arte exista: esa presencia física de un cuerpo que habla y de un cuerpo espectador que escucha lleno de asombro.
Alma Quintana, desarrolla su práctica artística y curatorial en el campo de la danza y la coreografía
¿Cómo ha afectado el tema
de la contingencia al ejercicio de tu labor de creación-gestión?
Primeramente, en mi cuerpo, en sus estados de atención, de ánimo, en tratar de dimensionar y comprender lo que esta nueva realidad implica. Mi labor ha sido interrumpida parcialmente porque he necesitado adaptarme y dar continuidad desde un espacio digital, así que también en el propósito de la reinvención en mi práctica es que reflexiono sobre la pertinencia de que los agentes que conformamos el ecosistema de la producción artística conversemos, dialoguemos, escuchemos y conformemos redes solidarias o, intentar en conjunto mirar cuáles son los posibles horizontes que requerimos, las formas para lograrlo y cómo vamos a continuar de la mano de nuestras comunidades cercanas, por ejemplo nuestros colaboradores y público.
En cuanto
a proyectos que ya estaban comenzados pues he tenido que buscar formas para potenciarlos
con los recursos que tengo para evitar se diluyan, para que a partir de esta
circunstancia generemos más herramientas de interconexión a todo nivel.
¿Qué estrategias piensas
seguir o ya te encuentras implementando?
De entrada, la del cuidado, la de compartir intuiciones y saberes al respecto; también dar el espacio a quiénes les sea necesario, de alguna forma conformar esa red que ya mencioné, pero sin imponer ninguna agenda o ritmo, sino hacer saber que, en la medida de lo que cada quien reconozca, estamos presentes para los demás.
Creo que una
estrategia que ha funcionado bastante es la comunicación abierta y regular,
para que tenga solidez y a su vez sea fuente de resiliencia. También me ha
ayudado distribuir los tiempos con intervalos y realizar otro tipo de
actividades como el cocinar o la dedicación a las plantas, cosas que ayudan
mucho para equilibrar y que, en consecuencia, al momento de charlar o pensar
creativamente cómo seguir, el cuerpo este más dispuesto. Dar el espacio a no
estar bien, a sentirse desganado o con poca energía considero que es esencial.
¿Qué escenarios prevés?
Pues no hay escenarios claros, creo que es tiempo de abrazar la paradoja, la ambigüedad y más bien ir documentando/reconociendo lo que nos pasa, mantener activas las conversaciones entre los agentes y de a poco organizarnos, retroalimentar ideas; creo que hacer colectividad (y dando también espacio al disenso) es una buena estrategia.
Lo que sí
creo es que estamos en otra era y hay que seguir explorando, tantear las
posibilidades. Siento que la tecnología y el mundo virtual ya estaban muy
presentes desde antes pero ahora está colocado en primer plano como único
recurso de interacción/relación y nos toca descifrar las éticas y las políticas
desde dónde vamos a utilizarlas.
Enrique Rivera Hernández, maestro de danza, psicólogo, sociólogo y profesor rural en la Huacana, Michoacán
¿Cómo ha afectado el tema de la contingencia
el ejercicio de tu labor de creación-gestión?
En lo personal la contingencia me ha favorecido un poco, pues al no crear obra escénica y no dar clase me he enfocado en algo que había dejado pendiente, relacionado a la investigación, en concreto he escrito todas las anotaciones que tenía de libros pendientes y he escrito un breve ensayo sobre el arte escénico.
¿Qué estrategias piensas seguir o ya te
encuentras implementando?
Pienso en seguir escribiendo ensayo, pues pienso hacerlo de una forma más académica.
¿Qué escenarios prevés?
De manera
general pienso que viene un escenario muy adverso en general: crisis económica,
al interior de la familia como institución, crisis en cuanto a cuestiones
emocionales y por ende crisis en torno al tema social; lo anterior pegará de
manera directa en el trabajo tanto de creadores escénicos como de maestros de danza
en escuelas particulares y por ende en el consumo de arte escénico en cuanto a
funciones, en pocas palabras, la gente menos va a pagar por ir a ver una
función.
Ángel Arámbula, artista escénico y director general de Lux Boreal
¿Cómo ha afectado el tema de la contingencia
al ejercicio de tu labor de creación/gestión?
El tema de la contingencia ha afectado directamente la labor artística, porque es en la cultura y el espectáculo donde ha pegado muy fuerte, porque se vive de tener a la gente reunida en un lugar, de juntar multitudes y poder llevar obras a masas pequeñas o a masas grandes; muchos artistas viven de presentar espectáculos, es el verdadero ingreso de la industria cultural.
En el caso de Lux Boreal contamos con diferentes fuentes de financiamiento, una de las más importantes es el apoyo que ofrece la Secretaría de Cultura y en este caso es la que ha estado bastante consciente de seguir apoyando el arte y de organizar diferentes estrategias para hacer llegar productos artísticos a las personas, a través de los medios posibles que existen en este distanciamiento social. En ese sentido se han abierto otras oportunidades, pero hemos tenido que adaptarnos a crear contenidos, así como recurrir a otras plataformas de la compañía que son las de entrenamiento, exposición y exhibición, y dado que logramos adaptarnos a este proceso con base en el funcionamiento que tiene la cultura en este momento, no nos ha afectado tanto como a otras personas, sí nos ha generado un doble trabajo en la logística y preparación de cada contenido, pero seguimos trabajando para que este recurso rinda y dé frutos.
Hablando de lo creativo, nos hemos enfocado a revisitar nuestros espacios, nuestra relación con el espectador, con el otro, a partir de que estamos separados, repensar que es lo que nos vincula y nos impulsa a relacionarnos a través del cuerpo. Han resultado algunos productos y estamos redescubriendo nuestra manera de explorar y hacer danza.
¿Qué estrategias piensan seguir o ya se encuentran
implementando?
En relación a las estrategias es muy importantes estar visibles, la estrategia principal es apoyar este movimiento de distanciamiento social, apoyar este movimiento en favor de salir pronto de esta situación.
A través de los contenidos que generamos para la difusión en redes, que es uno de los principales canales de comunicación con nuestras audiencias en este momento, buscamos nuevas formas de generar comunicación directa con nuestros públicos; si son productos artísticos indagamos en lograr algunos contratos, ventas con instituciones o con organismos que están preocupados por ofrecer a la comunidad contenido artístico cultural de calidad.
La otra forma ha sido directamente con personas interesadas en nuestras plataformas de entrenamiento, para tener comunicación directa y entrenarse con la compañía, invitar a otras personas que gusten profesionalizarse a través del entrenamiento, hacerlos parte de esta posibilidad que estamos afinando cada vez más con las herramientas virtuales.
La tecnología está dando saltos muy importantes, hay que utilizarla a favor del arte, de la creación, de la comunicación, tanto entre en los artistas, entre los miembros del equipo como con nuestras audiencias y nuestros posibles compradores y proveedores.
¿Qué escenarios prevés?
Posiblemente
esta situación de distanciamiento social se vuelva a repetir en el futuro
próximo. También se prevé que este año el regreso a las actividades artístico
culturales va ser paulatina y lenta, así que no vamos a soltar lo que hemos
ganado en terrenos de plataformas digitales, comunicación y relación con
nuestros públicos a través de estos medios, vamos a fortalecer y sumarlo a
nuevas estrategias en el retorno a los espacios públicos y ver en qué
condiciones es posible, porque es algo que vamos ir descubriendo.