Ulises Fonseca Madrigal
A
cuatro años de haber surgido, el Graham Dance Center (GDC) y el Ballet
Contemporáneo de Ciudad Hidalgo son dos proyectos abocados a la promoción, formación
y difusión dancística en el oriente de Michoacán; actualmente, ambos buscan su crecimiento
para generar producciones más amplias y tener alcance nacional.
El
iniciador de ambos es Diego Marín, un joven artista y gestor cultural que
expuso algunas de las motivaciones por las cuales abrió el GDC: “desde que lo fundamos
nos comprometimos a que nuestro eje central de trabajo sería la educación y
producción, aunado a la difusión; entonces comenzamos dando clases pero nos
percatamos que era necesario ampliar las puertas a más personas, por ello
creamos el proyecto ‘Con espacio hay danza’ para llevar este arte a comunidades
y espacios de difícil acceso”.
“Luego
–añadió- para fortalecer la difusión creamos ‘Foundance’ una plataforma en la
que exhibimos danza en funciones para recaudar fondos, que destinamos a asociaciones
civiles que promueven causas nobles, por ejemplo la Sociedad Protectora de
Animales de Ciudad Hidalgo”.
A la
par del GDC y sus diferentes programas, Marín y sus colegas crearon el Ballet
Contemporáneo de Ciudad Hidalgo, una compañía con la que ya han dado giras por
Michoacán y que ahora buscan llevar al resto del país. “Nuestro eje central de
este año es desarrollar a la compañía de manera independiente del GDC, queremos
que tenga presupuesto fijo y contratar bailarines de otras ciudades para hacer
producciones más grandes; entonces, además de mantener los otros proyectos,
queremos empoderar este en específico”, mencionó Diego Marín.
A
raíz de su experiencia al frente del GDC y del Ballet, Marín ha podido
comprobar que sí existe público para la danza y las diferentes formas en que
éste reacciona: “la respuesta de la gente es muy fluctuante y depende mucho de
cómo acercas la danza, por ejemplo al llevar proyectos sociales para aproximar esta
disciplina a comunidades de difícil acceso las personas responden de maravilla;
por otro lado, a través de las funciones hemos visto que hay mucha sorpresa,
sobretodo en danza contemporánea; en cuanto a educación es muy irregular porque
los estudiantes van y regresan, es decir, todavía no hay una comunidad amplia
de personas que quieran dedicarse a esto y tomen el compromiso que conlleva ser
un bailarín, sin embargo hay quienes sí”.
En
suma, señaló que aún siguen el proceso de construir audiencias, puesto que “no
podríamos decir que ya tenemos un público que pueda llenar una función, es
decir, sí ha incrementado el interés pero todavía es algo en construcción”.
De
igual forma, Marín y sus colegas han visto las transformaciones del contexto:
“me he dado cuenta que las necesidades han cambiado, las demandas de la región
son distintas a las que había cuando iniciamos y por tanto hemos tenido que
adecuar nuestras metas y objetivos de acuerdo a la política cultural que
creemos conveniente”, mencionó.
Una
de estas adecuaciones respondió a la siguiente cuestión: de acuerdo a Marín,
varios estudiantes que han pasado por el GDC aspiran a ser profesionales de la
danza y por tanto, dijo, “nos vimos en la necesidad de ofrecerles un
reconocimiento a su formación, entonces el año pasado logramos ser aceptados en
el Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) algo con lo que ya podemos
ofrecer certificación a quienes tienen mayor compromiso con sus estudios”.
“De
hecho el año pasado se inscribieron cuatro chicos a la certificación, este año
tuvieron su examen, todos lo pasaron y obtuvieron su certificado de nivel uno
en danza contemporánea, que fue enviado desde París y que se les entregará el
próximo 29 de abril en la celebración del Día Internacional de la Danza en
Ciudad Hidalgo, que también es una de las actividades que hemos hecho en Graham
para el oriente de Michoacán” comentó el gestor.
De
esta forma es como el GDC y el Ballet
Contemporáneo de Ciudad Hidalgo, han contribuido al desarrollo del arte
escénico en la zona oriente michoacana. Físicamente, el GDC cuenta con un estudio
de danza, tienda, sala de espectáculos, estancias artísticas y salón de
exhibición de artes visuales; se ubica en la calle 5 de mayo #6, Planta alta,
de Ciudad Hidalgo, Michoacán.