Ulises Fonseca
Una adolescente apasionada por el fútbol que se enfrenta a la incomprensión paterna y al rechazo de sus compañeras, constituye el eje central de “Respira y chuta. Mi vida fuera de lugar”, puesta en escena que se presentó este viernes en el Teatro Ocampo.
La obra fue escrita por Verónica Villicaña y dirigida por Everth Yamil García Islas, quienes eligieron apoyarse en elementos audiovisuales y música en vivo para recrear una historia donde, por un lado, se cuestionan los paradigmas sociales que aún se imponen a las personas según su sexo, mientras que por otro apuesta por la libertad de elegir más allá del “deber ser”.
Aunado a lo anterior, la obra también es parte de la línea manejada por el grupo teatral que montó la obra, pues como dijo Villicaña “en La Luciérnaga teatro nos enfocamos al público juvenil y nos interesa que los textos sean originales, por tanto siempre buscamos temas que les sean significativos y mejoren su panorama”
De hecho, la obra sí logró pasar el complejo reto de captar y retener la atención del grupo de adolescentes presentes en el teatro, quienes se engancharon con una historia que tiene al fútbol como uno de sus elementos principales, que fue interpretada enteramente por mujeres y que confronta los estereotipos de género, ya que la protagonista llega a parar a clases de ballet.
Sobre esto último, García Islas añadió que este contraste proporciona un choque de visiones sobre lo que debe ser un hombre o una mujer: “para a partir de ahí sostener una imagen más abierta de lo que puede ser un hombre o una mujer, justamente de lo que habla la obra es eso, la libertar para escoger lo que quieres ser sin importar tu género, edad o clase social”
En cuanto a la escenografía, los audiovisuales y las habilidades que las actrices necesitaron adquirir para dominar el balón, García Islas expresó que desde el inicio se buscó que estos componentes realzaran el trabajo de las actrices: “siempre me gustó la música en vivo y quería hacer algo que tuviera mucho impacto sonoramente, entonces pensamos en armar una batucada, con una especie de coro griego que narra para emular el estadio”.
El director añadió que para el montaje también buscaron aprovechar los talentos particulares de cada integrante del colectivo, ya que una de las actrices, Tayde Pedraza es futbolera y entrenó al resto del elenco, Edén Ensástiga ofreció asesoría musical y compuso canciones, mientras que Selene Azeret Rangel guio a las actrices en la coreografía de ballet, “todo fue muy complejo, nos aventamos cuatro meses de montaje donde metimos ballet, futbol, música y la escena como tal; se buscaba una obra donde todos estos elementos funcionaran de modo armónico”, mencionó García Islas.
Teatro para estudiantes <
Ahora bien, la presentación en el Teatro Ocampo es parte del programa de Teatro Escolar, que, como añadió Villicaña, “es un proyecto entre Secum (Secretaría de Cultura de Michoacán), el INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) y la secretaría de cultura federal, estrenamos el 20 de octubre y a la fecha llevamos 43 funciones, casi todas las hemos dado en el interior del estado, hemos recorrido 10 municipios, lo cual es toda una experiencia para nosotros como grupo y para los niños”.
Por tanto, las siguientes semana continuará temporada en municipios como La Piedad, Jacona, Uruapan, Zacapu y Pátzcuaro. Pero además, ambos creadores mencionaron que buscan que la obra tenga continuidad más allá de Teatro Escolar, para llegar a las 100 representaciones y participar en muestras estatales o nacionales; de hecho, es posible seguir actividad de la obra en la cuenta de Facebook/ Respira y chuta (https://www.facebook.com/Respira-y-Chuta-1565170540453708/?fref=ts).