Redacción
Créditos de las fotografías Wendy
Rufino y Carmen J. Cohen / Jairo Torres / Freddy Gutiérrez
Morelia,
Mich., a 28 de mayo de 2024. La decimoquinta
edición del Festival Internacional de Danza “Red Serpiente” cerró con su
amplio programa dedicado a la danza en el foro del “Proyecto Serpiente” en Acuitzio del Canje, Michoacán, luego de un mayo lleno
de actividades que hicieron vibrar al público del estado.
Desde
el pasado 2 de mayo este Festival, organizado por la Compañía de Danza
Contemporánea “La Serpiente”, acogió a distintas compañías de danza nacionales
e internacionales que se presentaron en recintos de la entidad como el Centro
Cultural Clavijero y el Teatro Melchor Ocampo, también programó actividades de
extensión vinculadas a procesos educativos en colaboración con la Escuela de
Historia del Arte de la ENES-UNAM Morelia, la Facultad Popular de Bellas Artes
(FPBA-UMSNH) y escuelas primarias de Acuitzio del Canje y la localidad rural de
Tamanguio.
El Festival contó con una variedad de propuestas dancísticas que incluyó distintos formatos, estéticas y abordajes como la obra “La nube que baja” de Laura Martínez Ayala, co-directora de la Compañía “La Serpiente”, estrenada durante su inauguración. Por su parte, la “Contemporary Dance Research Society” de Corea del Sur presentó tres piezas cortas con rasgos identitarios de la cultura asiática y compartió escenario con Mayuko Nihei y Roberto Rodríguez, primera bailarina y bailarín solista de la Compañía Nacional de Danza México, quienes ofrecieron un programa combinado de obras neoclásicas y de repertorio clásico.
Otra
de las compañías participantes fue “Proyecto al Margen” con sede en
Guadalajara, Jalisco a cargo de los creadores escénicos Karen de Luna y Diego
Martínez Lanz, los cuales presentaron la puesta en escena “Del Negro al
Silencio”, propuesta que exploró los estados corporales y sonoros dialogando
con la idea del espectro electromagnético.
Por su parte, la agrupación “Opera portátil” de la Ciudad de México se encargó de realizar cuatro presentaciones de “De Grillos y Chicharras”, un proyecto didáctico presentado a infancias de las primarias del municipio de Acuitzio del Canje, como parte del compromiso del festival de vincular las artes vivas a estrategias didácticas y descentralizar la oferta de actividades. Con el mismo sentido didáctico, pero dirigido a estudiantes de la licenciatura de Historia del Artes de la ENES, la agrupación coreana presentó la obra “Freedom” en formato desmontaje escénico para profundizar sobre el proceso creativo de esta obra.
Además de estas múltiples funciones que estuvieron abiertas a todo público de forma gratuita, se llevaron a cabo conversatorios y talleres como “Vivir la danza en México” encabezada por Mayuko Nihei y Roberto Rodríguez, donde estudiantes de la FPBA-UMSNH conversaron con los artistas sobre los desafíos e implicaciones de la vida profesional en la danza mexicana.
Asimismo,
Proyecto al Margen de Guadalajara impartió “Cuerpo Presente” en el Centro
Cultural Clavijero, taller que promovió la expresión a partir del movimiento
corporal con principal énfasis en recuperar el poder de la presencia y en la
vinculación de saberes con la comunidad en Morelia. Cabe resaltar que esta
edición contó con el respaldo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos
Culturales (SACPC), a través del Programa MÉXICO ESCENA; y con la colaboración
de la Secretaría de Cultura de Michoacán.
La
actividad de cierre del Festival “Red Serpiente” tuvo como sede el foro
escénico del “Proyecto Serpiente” en Acuitzio del Canje y consistió en la
Develación de placa conmemorativa por sus quince ediciones realizadas. Este
evento reunió a invitados especiales y compañías de danza, a quienes Abdiel
Villaseñor Talavera y Laura Martínez Ayala, directores del Festival les
expusieron los principales logros obtenidos, el impacto generado y los desafíos
de frente a las siguientes ediciones en el contexto de Michoacán.
La decimoquinta edición del Festival Internacional de Danza “Red Serpiente” estuvo marcada por una oferta artística de alto nivel, con una participación activa de los públicos michoacanos y bajo la noción de que la danza no tiene fronteras, destacando siempre la pertinencia de un encuentro como este para las artes escénicas en México.