Ixchel
Monroy
Fotos:
César Mazola
Para
los morelianos fue un reencuentro con su “Ciudad de las canteras rosas”, con “El
Jardín de la Nueva España”: Morelia se mostraba nuevamente en todo su
esplendor, niños, jóvenes, adultos y ancianos volvieron a llenar los espacios
públicos con sus visitas y los monumentos fueron recuperando su grandeza
mientras la gente reconoció su valor patrimonial.
¿Qué
sucedió? el cabildo del ayuntamiento aprobó y escribió un bando relativo al
comercio informal en el Centro Histórico el 11 de mayo del 2001 y fue publicado
5 y 6 de junio del mimo año, por el Ayuntamiento y del Periódico Oficial del gobierno
estatal respectivamente. Ese documento establece en su artículo único que se
Declara al Centro Histórico de Morelia como zona restringida para toda
actividad comercial en la vía pública.
Aquella mañana del 5 de junio de 2001, el asombro no cesó de expresarse en gritos de júbilo del tipo “sí se pudo, sí se pudo…”; a partir de ahí, hoteleros, restauranteros y comercios formales lograron un mejor flujo de derrama económica y la ciudad se convirtió en un centro turístico importante que atrajo nuevamente la atención de nacionales y extranjeros.
El
proceso
En el
Plan de Desarrollo del Gobierno del Estado (1996, 2002) y el Plan de Desarrollo
Municipal (1999- 2001) se incluyó el reordenamiento de la ciudad de Morelia y
su cambio parcial para el desarrollo urbano municipal, que tuvo especial
atención al Centro Histórico de Morelia por sus características arquitectónicas.
El
Plan Maestro del rescate del Centro Histórico de Morelia (2001) constó de las
etapas siguientes:
• La desconcentración de las oficinas
administrativas de los gobiernos Estatal y Municipal.
Para
realizar esto, el gobierno estatal construyó los edificios del Poder Judicial e
instalaciones administrativas en el terreno que ocupaba la planta de Petróleos
Mexicanos, también cedió los terrenos para la construcción de la nueva Central
de Autobuses y la construcción de los talleres auxiliares y de servicio de las
terminales de autobuses suburbanos y rurales. También fueron sacadas de la zona
22 dependencias administrativas y llevó a cabo la firma de los convenios con
los representantes de las empresas de la Central de Autobuses de Morelia de
Sociedad Anónimas y con la Corporación de Transportistas que con plena
disposición respaldaron el Plan Maestro.
• La reubicación de la Central de
Autobuses y de las terminales de los camiones urbanos y rurales
En
esta fase, fueron firmados los convenios con los representantes de las 28
uniones de comerciantes en la vía pública del Centro histórico para su
reubicación.
• La Reubicación del comercio informal
en la vía pública del Centro Histórico.
Los gobiernos Estatal y Municipal habilitaron siete plazas comerciales para la reubicación de los comerciantes -el éxito o fracaso de las mismas ya es otra historia por revisar-; la iniciativa privada construyó lo Nueva Central de Autobuses y las terminales suburbanas y rurales.
Luego
de lo anterior, fue iniciada la restauración de monumentos afectados, y cambió
sustancialmente el tránsito y el tráfico, dado que al Centro Histórico dejaron
de ir 18 mil personas para solicitar servicios, dejaron de llegar 250 corridas
de autobuses que transportaban diariamente alrededor de 43 mil personas y
dejaron de arribar 800 corridas de autobuses suburbanos y rurales que
transportaban cada día cerca de 22 mil personas; además de la reubicación de
1700 comerciantes. En total se estima que 70 mil personas dejaron de asistir
diariamente al Centro Histórico.
Con
la reubicación del comercio informal los monumentos lucieron a plenitud siendo
estos un importante atractivo para el turismo tanto nacional como
internacional.
Coda
De
acuerdo a lo publicado por el portal de la asociación civil Morelia Patrimonio
de la Humanidad, el ex presidente municipal Salvador Galván Infante,
(1999-2001) refirió textualmente el proceso que se realizó para que Morelia
quedará libre de ambulantaje y con otro uso de suelo.
“El
Centro Histórico de Morelia fue declarado zona de monumentos históricos el 19
de diciembre de 1990, por el decreto presidencial que se publicó en el Diario
Oficial de la Federación, esta declaratoria se envió conjuntamente con el
expediente que se conformó para solicitar la inscripción en el listado de Patrimonio
Mundial (que era un requisito solicitado por la UNESCO). Dicho expediente fue
elaborado por un equipo de trabajo integrado por La Dra. Esperanza Ramírez
Romero, Mtra, María Teresa Martínez Peñaloza, el Ing. Héctor González, el Dr.
Jaime Hernandez Díaz y el Arq. Manuel González Galván. Tan esperado
nombramiento llegó el 13 de diciembre de 1991”.