Ulises Fonseca Madrigal
“La música está presente y la tenemos que descubrir (…) al platicar con colegas músicos nos damos cuenta que lo más importante es conocer las formas para poder dialogar”, fue lo que expresó Celso Duarte en los momentos posteriores a la charla/ concierto que ofreció este sábado en el Centro Cultural Jacaranda.
Lejos de toda solemnidad, la charla/ concierto devino en un “jamm no a lo jarocho sino a lo huasteco con Tierra Caliente y con paraguayo”, como bien expresaría el propio Duarte, para quien esas fusiones son de lo más natural luego de considerar dijo, “que se habla mucho de los sones compartidos, es como el lenguaje, hablamos castellano desde la Patagonia hasta México y por lo mismo compartimos la música”.
No obstante esa herencia, el también cantante refirió que en general “no hay una escuela para estos instrumentos (como el arpa) pero sí hay grandes referentes, la metodología para aprender es estudiando a estos referentes”.
En relación con esto, Duarte recibió la siguiente cuestión: ¿qué haría falta para evitar la desaparición de las diversidad interpretativa del arpa así como para que se la reconozca?, ante la cual considera que es necesario trabajar en acciones que lleven al arpa a la música de concierto, “¿qué hace falta?, mayor producción de música (…) al respecto he visto proyectos de fusión o composición de los nuevos compositores, incluso en Venezuela los compositores deben escribir y transcribir música folklórica porque es parte de su carrera” dijo.
Como ejemplo de esa combinación, Duarte mencionó a Héctor Infanzón, a quien definió como un gran compositor y jazzista “que hace música mexicana con elementos del folklore, entonces de repente pasa que Horacio Franco estrena un concierto para cinco flautas de Héctor (Infanzón) que tiene un lenguaje con base en la música popular (…) entonces se requiere hacer más proyectos pero sobre todo a nivel escuela”.
Nuevos proyectos
Luego de colaborar por 16 años con Lila Downs, tanto en giras como en realizar arreglos, Duarte ahora se ha hecho de un espacio para grabar otro disco de arpas “espero que lo hecho ahora (en referencia al concierto-clase que ofreció en Pátzcuaro el sábado) pueda hacerse en estudio”.
De igual forma, Duarte dará seguimiento a un proyecto de investigación llamado “Arpas de México”, trabajo que dijo “tiene apoyo de Antonio García de León, Arturo Márquez, y mi intención era viajar a las comunidades para hacer diagramas de los instrumentos, también está en proceso hacer un blog, transcribir la música y compartir ejercicios técnicos de digitación”. Ese proyecto, dijo, comprende diez estados, entre los cuales contempló Michoacán.
Para quien desee conocer más sobre su música, es posible visitar el siguiente sitio: https://myspace.com/celsoduarte
La visita
A manera de contexto, cabe decir que Celso Duarte visitó Michoacán luego de la gestión emprendida entre el Conservatorio Purépecha y la asociación civil Reactivación de Arte y Cultura (RAC).
Además, en la charla/ concierto, Duarte tocó temas como Cascada, canción que simula el sonido del agua mientras cae en las cataratas de Iguazú y sobre la que dijo "es una melodía tradicional pero con elementos que son parte de pasar por un proceso escolarizado"; le siguió Debajo de la Carreta, de origen campesino; una versión personal de La Bruja, tema del que se apoyó para decir también que es posible "usar la tradición para hacer conciencia de que tenemos una tradición viva"; continúo con Balada del indio, "un latin jazz fresa" hecha por Ismael Ledesma, compositor paraguayo radicado en Francia; para terminar con una variación del Cascabel.