Ulises Fonseca
Propiciar el intercambio cultural entre dos zonas del país, brindar talleres de artes visuales a los jóvenes, pero también capacitarlos para armar proyectos culturales, fueron las directrices que guiaron el proyecto “Ima Ireta Uandani”, efectuado en Tacámbaro Michoacán y Saltillo Coahuila, cuyos resultados fueron presentados este viernes en el Museo Casa Sitio Morelos.
El responsable del mencionado proyecto, Lyj González Coronado, expresó que las acciones tuvieron respaldo del programa federal México Cultura para la Armonía, respaldo con el que pudieron desplegar distintas fases de trabajo.
Al respecto, el propio González Coronado relató que primeramente “llegamos a Tacámbaro y empezamos a trabajar con Tequio, un colectivo que genera cuestiones culturales en el municipio, luego tuvimos oportunidad de conocer a gente de La Paloma, que es un centro Cultural de Tacámbaro y entonces se generó un diplomado de artes visuales, donde tratamos de incluir a los más jóvenes posibles”.
Además, como parte del proyecto se dieron talleres en pintura, dibujo, esténcil y grafitti, que complementaban con cuestiones relacionadas con la cohesión social, creación de proyectos y generación de diagnósticos, “es decir –añadió González Coronado-, no sólo fue la parte artística la que se fortaleció sino también buscamos que se fortaleciera la parte social y de gestión para que los jóvenes tuvieran herramientas de desarrollo a corto y largo plazo”.
Cabe decir que estos talleres fueron otorgados de febrero a julio de 2015, en el Centro Cultural La Paloma, donde hubo un aproximado de 30 jóvenes atendidos.
Por otra parte, González Coronado añadió que mientras se realizaban los talleres hubo una selección de jóvenes, “a quienes nos llevamos a Saltillo a pintar, precisamente para que vivieran la experiencia de viajar, conocer otra ciudad, otra sociedad, otro contexto y otra forma de vida; luego hicimos lo mismo con gente de Saltillo, nos la trajimos a Tacámbaro”.
“Lo que se plasmó en Saltillo fue ideado por los de Tacámbaro con elementos de la cultura michoacana, con las artesanías y los animales, mientras que los de Saltillo vinieron a transmitir cosas de Coahuila que en este caso fue Chacoca, quien era el líder espiritual de los kikapús, fue un personaje emblemático a quien quisimos rendir homenaje”, relató González Coronado.
A final de cuentas, González Coronado resumió la intención que tuvo el proyecto fue la de: “brindarles oportunidad de desarrollo a los jóvenes dándoles herramientas (…) lo que buscamos es que las personas con quienes capacitamos gestionen apoyos o convocatorias, ese es el ideal”.