por Emmanuelle Brío
Un libro en el que el individuo percibe su papel en el planeta tierra. Cobra conciencia de su condición humana, atrapado, en lo que para Hannah Arendt es la cárcel de la humanidad. El protagonista se descubre como una constelación completa, que fulgura en el interior de su cuerpo, y dicha constelación, respira, rodeada de pasiones humanas, como el amor, los anhelos, los sueños y la confrontación con la catarsis diaria del sujeto. El poeta nos grita: Yo soy la constelación que respira, al observar los elementos que pululan en su entorno. Él emplea:
"Todos estos entes de diversa materia infrahumana gravitan cual cuerpos celestes alrededor de la Constelación que Respira".
El protagonista es aniquilado por su entorno, cruza una inevitable muerte en vida, y ya asesinado por las complicaciones de la existencia, reconoce que muerto continúa respirando. El entorno lo ha matado, pero él, aún continúa siendo una constelación que respira. El autor reza:
"Y entonces ya muerto, habrá que seguir viviendo".
Clarice Lispector, plantea que si ella muriera por suicidio, sería porque la sociedad la ha asesinado, en Charly Medina, el mundo se presenta violento a atacar la individualidad, pero el poeta resiste y continúa respirando.
El escritor atraviesa una transformación, traspasa el umbral de la sexualidad, y una mañana, de pronto, lo sorprenden los colores del arcoíris de la diversidad. Se descubre a sí mismo, como una constelación de sexualidad diversa, como una explosión de los colores de arcoíris, dándole sentido a todo. Plantea:
"La mañana me levantó con una sonrisa de arcoíris punzante, y la tierra limpia olía a petricolor, comprendí: que estos diluvios y soles, en los que respiramos pan (y desarrollo), y exhalamos años (y Transformación), esparciendo fulgurosa nuestra misión: Constituyen la esencia inmutable del cosmos de la vida".
El poeta diverso, tras descubrirse en el arcoíris, viaja hacia adentro de sí mismo, se pregunta, hasta dónde podrá llegar su búsqueda en la constelación de su cuerpo, hasta dónde terminará el trayecto de inmersión. Para Charly Medina, no somos sólo cuerpos, somos lo que se oculta bajo la piel. Para Sor Juana el alma puede tener todos los sexos, es el amor el único que puede regirla. José Saramago, observa en su poema, De Julieta para Romeo: "Lo que seremos, contra el mundo ha de ser, que nos rechaza, culpados de inventar la libertad". Charly Medina, quiere llegar al fondo de sí, suplica aceptación y libertad. Pide le permitan explotar en multicolores y alcanzar su libertad máxima, dentro del pequeño cuerpo que habita. Anota:
"Y una vez encontrado el tesoro
–formas rojas de átomo fundidas–
busco me den licencia
para eructar el volcán:
En un vómito de lava
rocas ígneas de esencia auténtica.
Desde el subsuelo: ¡PUM!
Explosión
hacia el cielo.
¡Nube ardiente!
A lo suprasensible;
hasta todo el infinito.
Y viene el descenso
con fuegos artificiales fértiles
multicoloridos
en un m3 de libertad".
Para Ayn Rand, la herramienta más importante en la vida del hombre es nuestra mente, y el sistema está diseñado para forzarnos a avergonzarnos de ella y a no pensar. La filósofa considera que pensar es lo más valioso que puede tener nuestra especie, porque gracias a nuestra mente podemos sobrevivir. Virginia Woolf, plantea que nadie debería imponerse en nuestras bibliotecas y en nuestras selecciones de lectura, porque nuestra mente es tan libre, que cada lector debe formar su selección que es única e irrepetible. Charly Medina rechaza ciencia y método, no está dispuesto a obedecer a nadie más que a sí mismo, plantea:
"Obedezco a las voces de mi cabeza,
a los jardines de mi cráneo.
Con sus verdosas plantas de imaginación ilusa
que día a día riego con las plantas biblios-sempiternos".
En el poema Palabras. Charly Medina vuelve a la disertación sobre la inteligencia, y la importancia de la construcción de un lenguaje poético propio y único, quizá irrepetible en las manos de cada autor. Cierra el poema con la expresión Separe Aude, del latín, que significa "Atrévete a saber". Escribe:
"Del altar
De esta capilla humana
Han surgido estas palabras;
una pizca de autenticidad:
EL NACIMIENTO DEL LENGUAJE PROPIO".
Agrega:
"Espero
Si algún día
Lees estas palabras
Que te escribo,
Configuradas
Como un pequeño
Monumento de creación,
No sé escuche después
Un silencio
Perenemente
Taciturno
Mudo, Muerto,
nulo.
Lan-gui-de-ce-ré.
O me las arreglo
Como individuo que soY.
¡Separe Aude!".
El poeta mantiene un discurso erótico con la eternidad. Percy Bysse Shelley, tras la muerte de Keats, en su obra Adonais, refiriendo a la eternidad, plantea: "Enciende tu rocío, no se ha ido el espíritu que lloras". Medina, por un lado pide que tras la muerte, sus familiares lo recuerden por su esencia y que su cuerpo sea devorado por los buitres hambrientos, que también podríamos imaginarnos, por puro deleite, como buitres chacales. El autor escribe:
"Que los buitres se sacien con los escombros de mi carne".
Por supuesto, Medina revela una gran sensibilidad amorosa, en su poema Verde Cerebro, encuentra la frescura de los bosques en su mente, y es a causa del amado ausente, escribe:
"¿Cómo puede ser posible
que entre toda esta existencia
sólo tú hagas que haya fauna
en mi región natural?".
Añade:
"Mis sesos son verdes,
porque tú siempre estás
en el bosque de mis pensamientos".
En el poema Canción Rebelde, el poeta nos recuerda la canción de Janette "Soy rebelde porque el mundo me hizo así". Nos regala un himno para los espíritus libertinos, que buscan el placer, que desean llevar la pasiones a las más altas brasas, y que son criticados por los conservadores que tratan de vender la piña de que la diversidad no existe, y debemos aceptar normarnos al sistema. Charly Medina se niega a entrar en la normalidad, y defiende su espíritu rebelde, sexualmente libertino, de corazón en brasas e indetenible. Escribe:
"¡No tiene límites mi alma!
Aborrece el sedentarismo,
predica el nomadismo,
con los rosarios ignotos del abismo".
Agrega:
"Está cada vez más libertina,
sus arenas se vuelven selvas".
Los homofóbicos conservadores lo atizan:
"¡Ya, dile que pare el cuete!
Que siga por favor las reglas;
que sea igual a todas las demás.
La diversidad no existe".
Charly, tiene el alma rebelde, se burla de los conservadores y les responde cantando, casi como Alicia Villarreal, en la telenovela Alma rebelde, de 1999, con el guapísimo de Eduardo Verástegui:
"¡Menuda aburrición!
¡Alma rebelde!
¡Espíritu fogoso!
¡Corazón de brasas!
¿Quién te podrá detener
Alma rebelde".
En Cantar de la espera y la esperanza el poeta muestra su más profunda sensibilidad. Apunta:
"He visto a todos pasar.
He visto un andrajo
ser ala y volar;
creo que ya lo he visto todo,
menos a ti, a ti nomás,
nomás no te veo".
En Cuando Agonice el reloj, el poeta reafirma su necesidad de conocimiento:
"Dilataré mi alma,
desnudaré mi frente,
me saciaré del manjar que aquí
mantuvo raquítica la mente.
Me alcoholizaré de letras
en el manantial del cielo".
Con esto concluye la primera parte de Algo sobre la constelación que respira. La segunda parte del libro está configurada por poemas muy transparentes, de lectura sencilla, donde el poeta explora la adicción a las redes digitales; se enfoca en los discursos de poder que pretenden dominarnos; habla de las estrellas y del sueño dorado de tener buena salud; aborda la búsqueda individualista de la felicidad; apunta la necesidad de no esperar ser rescatado, se enfoca en la fugacidad del tiempo; cierra el libro con una postura irónica, relacionada con la capacidad del hombre para ser estúpido y causar daños y aniquilar al planeta tierra.
Un libro lleno de canciones, lleno de versos para imaginar música, con algunas rimas divertidas, intencionalmente agresivas al oído, para así reafirmar su esencia punk, desobediente al mismo canón literario que tantas veces ha cerrado las puertas a los poetas del LGBT.